martes, 25 de febrero de 2014

Palabras somnolientas.

La luz del alba, reflejada en el crepúsculo de tus ojos.
Bañados por las lágrimas del cielo, clama tu corazón.
Buscando la verdad desesperadamente.
Grita y gime con la impotencia somnolienta de la derrota.

Agraciada, mi mente posa su existencia en ti.
Mi alma baila tu presencia.
Mi corazón, mi corazón simplemente deja de existir.
Me desvanezco entre aires de fuego.

Hoy soy un hombre nuevo.
Destruyendo los miedos que me poseen.
En mi alma protejo tu cuerpo.
En tu cuerpo, mi alma se desmorona.

Hoy mi hermosa, tú.
Mañana mi hermosa, tú.
Siempre tú.

viernes, 21 de febrero de 2014

Te despediste.

Ahondé en tu mirada.
De primera impresión pensé que eras una mujer muy seria, con la cual no tendría ni una oportunidad. Hablaste y tu voz entró y se posó en mi imaginación, nunca pensé que encontraría tan rápido alguien a quien me gustaría escuchar. Te espié en secreto, no sabías de mi existencia, no sabías mi nombre, aunque tampoco se me ocurrió aprenderme el tuyo.

Extasiado encontré que compartiríamos momentos, en un sentido muy ambiguo. Tendría la posibilidad de admirar mil y un posibilidades contigo, mil y un sueños... Mil y un mentiras. O al menos eso esperaba.
Recordaré siempre el primer acercamiento que tuvimos, fue algo extraño. No pensé nunca que las cosas podrían ser así. Bueno, ahí supe que no eras tan sería como lo pensé al principio. Al posarte frente a mi timidez, tu sonrisa despreocupada, y tus ojos llenos de brillo y esperanza se abalanzaron sobre mí. Creo que medio de pude decir mi nombre, tú hiciste lo mismo con aquel nombre que repito cada poema.

Ese día todo cambió. Algo en ti me demostró que tenía el valor suficiente como para entablar conversaciones contigo, y pude abrir mis lados románticos contigo, sin embargo existe cierta barrera que aún no logro atravesar.

Sentados frente a frente, con el cigarrillo consumiéndose, tú con tu café, yo con mi vodka barato, mirándonos fijamente. Hay algo en ti, algo que no me permite ir más allá, en ti veo algo más. No sé que es aún.

Te despediste. Te fuiste con un beso y un abrazo prolongado, y dejaste en mí tu aroma, recordándome lo que por ti siento.

martes, 18 de febrero de 2014

Entrada a la alegría.

Fue extraño encontrarte, sola.
Tu cabello lacio ondulaba con el viento
No puedo evitar pensar en lo que siento.

Al voltear, me observaste,
Sonrojado evité voltear la mirada.
Pero te acercaste a mí.
Tomaste mi mano y junto a ti volé.

Volé, por un mundo que no conocía
Volé de tu mano por lo más recóndito de mi mente.
Volé a través de la tranquilidad de tus ojos.
Volé por las curvas de tu sonrisa.

Desaparecí del mundo de problemas,
para aparecer en un mundo diferente.
El mundo de tus labios.
El mundo inalcanzable.

Desperté.

Rescatando la memoria.

A tu lado fui feliz
No imanarás nunca cuanto.
Sin embargo, el día llego
Posterior a que te comenté,
No te reprocharía si te ibas,
Seguro serías más feliz con alguien.
el día llego...
Mis miedos me consumieron.
Mi corazón se apagó.

Perdido en el tiempo

A través de tu sonrisa
Placida mi mente se posa
Buscando una vida sin prisa.

Atrapado, destruido y sin ánimo
Llora mi alma la pérdida.
¿Oh mi amada, te volveré a ver?
¿Podré algún día en mis brazos tenerte?

Caliente,
Mi corazón se frena en la derrota.
Audaz,
Busca la forma de seguir luchando.

Bajo el sol, famélica
Mí alma en pena busca la condena
Desolada
Todas las esperanzas se fueron.

Fuiste por quién hice arte.
En ti encontré una razón.
Conociste de mí, un lado que nadie conoce.
Me feneciste.