Me miras fijamente a los ojos y tomas mi mano, me ves paralizado y sigues de igual manera. Sabes lo mucho que he anhelado este momento, sabes lo mucho que puede pasar por mi cabeza en ese instante. Tus ojos penetran mi interior y me pierdo en ellos, siempre me pierdo en ellos. Tu sonrisa me alegra de sobremanera y tus labios me llaman... Y ahí te vas con una sonrisa coqueta, un toque de picarda, dejándome a la intemperie con mi cabeza llena de pensamientos. Nada pasó.
Hace frío, y es una noche joven. Me acompaña una botella de cerveza y un cigarrillo que encontré a medio fumar en el piso. Qué suerte que volví a cargar mi encendedor; en esta soledad hubiese sido imposible encontrar fuego para prenderlo. Me pregunto ¿Quién en su sano juicio bota un cigarrillo al que solo le han dado una o dos caladas?, y sigo caminando. Hace frío y la noche es oscura. Conmigo, la punta brillante del cigarrillo empezando a consumirse nuevamente y la botella la cual se va viendo medio vacía van sin rumbo. Una calada, un sorbo, y dejo salir. Veo como el humo se desvanece en mi rostro; pienso que así deberían desvanecerse mis esperanzas y por mi cabeza pasa un 'Maldita sea, los poetas no deben ser felices, no debería seguir intentándolo'.
La noche es joven y la luna me acompaña. El cigarrillo se va acabando lentamente y mis ganas de seguir adelante se van con él. Ya no queda más cerveza, y de la ira la botella queda destruida en varios pedazos al rededor de mí. No estoy pensando claro... Estoy muy disperso; me siento distraído. Tú me distraes, siempre lo has hecho. La luna me acompaña, y con ella una fuerte llovizna se aproxima. el frío es inclemente. Me hace falta tu calor en forma de abrazos. Me haces falta tú.
La noche dejó de ser joven, ya no hay cigarrillo, ya no hay cerveza, ya no hay felicidad, ya no estás conmigo. Nunca estarás en sí conmigo... me repito nuevamente 'Camilo, deja de intentar buscar esa felicidad, eres poeta, no debes ser feliz'. Y me desvanezco sobre el rodadero del parque al que llegué.
Miro la luna en su punto más alto, con su brillo máximo, rodeada de un montón de estrellas que pensé no vería nunca en esta miserable ciudad llena de contaminación. Alcanzo a sonreír pensando en como la luna me recuerda a tus ojos. Estoy jodido. No debo ser feliz, no debería alegrarme por esas cosas. Lo único que sé es que no te tengo, y lo más probable es que nunca lo haga...
El frío me acaba, y mientras cierro los ojos me repito hasta el cansancio que todo es una ilusión, que no debería ser feliz, que no debería seguir viviendo por ese sentimiento inestable que causas en mí. El frío, el agua en mi rostro, la noche me cubren... Mi celular vibra... Es un mensaje tuyo dónde me dices el cual se me hace borroso por mi situación, sin embargo solo por el hecho que sea tuyo, sonrío. Quizás pueda ser feliz; ¿pero realmente debería serlo?.