martes, 21 de noviembre de 2023

La puerta

 Acabas de entrar por la puerta, sin dubitar el paso y con mucha confianza de que aquél "jamás nos veremos de nuevo" se mantendría para siempre. ¿Que hago yo en este café?, pero aún más ¿Que haces tú en esta ciudad?. Ahora llevas el pelo corto, y te queda muy bien. Es más fácil ver desde la esquina donde estoy sentado tus hoyuelos al sonreír y tu mirada brillante cuando estás haciendo tu pedido. 

Es curioso verte, así, de lejos, como dos desconocidos, después de cuanto nos llegamos a conocer. Han pasado tantos años, me gustaría saber como más has cambiado, porque yo también lo he hecho. Ahora sonrío un poco más que cuando salíamos, y veo la vida con más alegría. Sigo siendo un tonto <<aunque ya no tu tonto>>, pero he madurado en muchos aspectos. Intento cuidarme más, haciendo valer cada regaño que me diste en su momento. Ahora me gusta el ukelele, cuando mil y un veces te dije que me parecía un instrumento aburrido, y he descubierto un nuevo interés en la pintura y la cerámica. Aun bailo eventualmente, y sigo golpeando tambores como cuando ensayábamos juntos canciones con letras inventadas y sentimientos sinceros. 

Me gustaría saber si ahora te gustan los legos, o si ya te viste la trilogía del señor de los anillos. Si sigues pintando y sonriendo cada vez que salpicaba el pincel sobre el lienzo. Si aún juegas al volley, y sigues en el equipo  de tu barrio. Me gustaría saber después de esa puerta, por la que estás saliendo, que es de tu vida. Saber si eres feliz, o al menos estás contenta con la vida. 

Se ha cerrado la puerta. Se ha enfriado mi café.