viernes, 27 de mayo de 2016

Como la última vez.

Arrástrate a través de mi pecho... como la última vez.
Mírame fijamente y atraparme con tu mirada.
Busca mis manos y hazme sentir tu piel.
Déjame perder la conciencia con un beso... como la última vez.

Quiero soñar nuevamente a través de tu mirada, quiero vivir eternamente en el calor de tus besos, esos que ya no están... Quiero volver a estar a tu lado, bajo la lluvia, bajo la luna, con frío, con miedo, esperando a que me liberes de todos los males que me atormentan... como la última vez.

Quiero seguir componiendo poesía barata para ti, mientras me reprochas sobre mis problemas con el alcohol y el cigarrillo. Quiero que te preocupes nuevamente por como voy a estar o cómo me voy a sentir después de cualquier cosa que hagas. Quiero que me digas que me quieres y me des un abrazo, de esos que me hacían olvidar todos mis problemas... como la última vez.

Quiero que me cachetees las veces que sean necesarias para reaccionar, y que me digas que no soy un idiota y puedo afrontar los problemas solo. Quiero que me digas que no dependo de nadie, más que de mi mismo, mientras tomas mi mano y me haces sentir que contaré contigo toda mi vida. Quiero tenerte a mi lado y ver tu hermosa sonrisa... como la última vez

Cómo la última vez que nos vimos, y que me dijiste que jamás te irías de mi lado. Cómo la última vez que me dijiste que me querías; como la última vez que sonreíste por mi culpa... y como aquella en la que te hice llorar. Cómo la última vez que salimos y nos olvidamos del resto del mundo... ámame como aquella última vez.


miércoles, 18 de mayo de 2016

Distancia.

Llámame cuando me necesites, llámame cuando me recuerdes... si algún día lo haces.

Hoy soy victima de la distancia,que nos separa. Quizás al final, todo fue una simple ilusión y esos gestos de cariño no fueron sinceros... Pero para qué me lamento, si igual, cuando vuelvas te esperaré con los brazos abiertos. Siempre estaré para ti, sentado bajo la luna, con una lata de cerveza en mi mano, esperando que me reproches una y otra vez, y otra y otra que debería acabar con mis vicios. Pero me es imposible cuando mi principal vicio es tu mirada, aquella que por la distancia yace lejos de mí, aquella que hoy me mira con frío e indiferencia.

Hoy soy un fantasma más, hoy no existo para ti. Quizás nunca fui tomado en cuenta realmente y solo me ilusioné de encontrar algo nuevo. Hoy me siento bajo la luna y pienso, detrás de cada sorbo de cerveza, después de cada sorbo de ron barato, como llegué a pensar en que serías diferente conmigo... Sin embargo, sé que me saludarás y volveré a caer como un idiota en tu sonrisa. Aquella sonrisa que hoy es fría, que no me muestra el calor de antes...

Llámame si algún día recuerdas quien soy, si algún día me necesitas... porque por más que el orgullo me pese, siempre tendré mis brazos abiertos a ti.

lunes, 2 de mayo de 2016

Yer Jalan Atthirari Anni

Veo la luna, y no puedo dejar de pensar en ti. Recuerdo tu sonrisa, la más reciente, la que me diste antes de que nos despidiésemos dos días atrás. Recuerdo tu mirada, cálida y serena, como siempre, llenándome de tranquilidad. Me perturba la idea de tener que separarme de estos recuerdos en cualquier momento. Dejar de tener tu mirada y tu sonrisa a mi servicio, tener que separarme de tu piel y soltar tu mano lentamente...

Veo la luna y no sé en que quiero hundirme. Estoy al lado de dos pozos. Uno tiene tu nombre, y en el cartel que lo presenta se alcanza a leer un 'jamás lo lograrás', el otro, sin embargo, a dos pasos de distancia y con un cartel mucho más legible pone 'jamás lo intentaste'. En esta fría noche estoy entre ambos pozos. Tu nombre ahí enfrenta mi razón, al paso que voy, enloqueceré. Camino erraticamente entre los pozos, en ambos veo el reflejo de la luna, la cual me llena más de dudas.

Mientras camino, pienso en como podría ser un futuro, como podría condicionar mi presente. Mientras camino de un lado a otro, solo pienso en ti, pienso en tu mirada, en tu sonrisa, en la suavidad de tu piel, en la silueta de tu cuerpo, en el dulce de tus mejillas, en el calor de tu corazón...
Mientras camino, la torpeza me gana tropiezo de cara a uno de los dos pozos... Sin alcanzar a leer cual comienzo a hundirme, lentamente, ahogándome bajo la luz de la luna.

Luna de mi vida... déjame ahogarme... en ti.