Lee ésto de la forma en que más te plazca. A mi, en lo personal me gustaría hacerlo con una buena cerveza y un cigarrillo encendido. Leer esto sentado en un andén, o en un balcón sería lo ideal, viendo los carros pasar mientras pienso con calma, letra por letra, párrafo por párrafo intento entender cual es el trasfondo de ésto.
Aveces sólo el fuego de una vela, o la luz de la luna bastan para generar tranquilidad en una persona, a veces simplemente una sonrisa especial. Cuando todo lo que puedes considerar romántico y en cierta manera te llena como individuo se junta dejas de ver el mundo como lo ves siempre. Dejas de ver números por todos lados, y la razón pasa a un segundo plano. Como el Quijote enloquecido estaría yo, buscando de cualquier manera hacer que ese instante de locura fuese eterno. Tu, la principal culpable.
Un día todo volverá a la normalidad y la locura desaparecerá. El sentimiento mágico que nos saca de la realidad se irá desvaneciendo y poco a poco aterrizaremos de nuevo a una realidad, que muchas veces vemos como cruel, pero tan solo es muy real. Felicidad, lo más fuerte que podemos sentir y lo más alto que podemos llegar, pero uno tiene que aprender que la felicidad no es permanente y que es felicidad en sí por lo efímera que es. Eso es lo bonito de ella.
Realmente me pregunto si vale la pena sufrir tanto para ser feliz... pero es que en sí, primero debo pensar si realmente estoy sufriendo. Es decir, quizá todo sea algo que únicamente está en mi cabeza. Esa locura que transgrede mi ser y afecta de diversas formas mi forma de ser. Cuando tengo que dejar de pensar en mí, y empezar a pensar en las situaciones que me rodean, cuando sufro por no poder hablarte o verte o besarte o tenerte, no porque no quiera intentarlo, sino por la prudencia que necesito mantener. ¿Realmente vale la pena dejar mi mundo en la cabeza de un alfil para llegar a la punta de éste en forma de un beso tuyo?
Aún así sin más, felicidad suele haber por todos lados, pero al ser tan efímera no nos damos cuenta de que esta ahí. Solo notamos su ausencia y solo nos preocupa eso, más allá de cualquier cosa. La felicidad llega sola, pero llega con ciertos sacrificios. No hay nada más real que el intercambio equivalente. Siempre habrá un precio a pagar, por algo que se quiera, y en este momento no sé que soy capaz de dar por tenerte cerca a mí, porque sé con total seguridad que a tu lado soy feliz.
domingo, 27 de noviembre de 2016
jueves, 3 de noviembre de 2016
No volveré al abismo.
¿Recuerdas aquella fría noche de octubre? Fue hace muchísimo tiempo. Tú y yo, sentados en un andén, viendo los carros pasar, viendo las nubes comerse a la luna lentamente y sintiendo como todo se nos caía encima... Bueno, por lo menos yo sentía que mi mundo se venía abajo, en momento así suelo meterme mucho en mí y realmente no noté que pasaba por tu rostro.
Fue hace muchísimo tiempo, pero recuerdo muy bien todo. Como todo entre sonrisas comenzó de la mejor manera, una tarde, una película que no vimos, algo que parecía ser perfecto hasta que el sol se escapó tras las montañas. El escalofrío que pasó por mi espalda cuando al momento de despedirme me soltaste un 'Espera, hablemos un minuto' es indescriptible.
Tu y yo, sentados en un andén... hablando. Las cosas no eran las mejores entre nosotros, la tarde que vivimos ese día parecía un recuerdo de lo que alguna vez habíamos sido, y como habíamos llegado a estar. Esa noche con un '¿Me perdonarás si la embarro?' me morí. Mi viaje de regreso fue una puta mierda, sin lagrimas, sin expresiones faciales, internamente devastado. Sabía que al día siguiente ya no estarías ahí para mí como lo habías estado durante tanto tiempo.
Duré mucho tiempo en un abismo, vacío, triste y solo. No entendía que me pasaba... Si en algún momento quería algo lo tenía y no debía preocuparme mucho por esas cosas, pero... ya no estabas, ya no quería nada, solo te quería a ti de regreso, solo quería volver algunos meses atrás para verte feliz, conmigo. Duré mucho ahí metido.
Poco a poco muy lentamente y después de muchos golpes fuertes, fui asimilando la situación. Ese abismo se había convertido en mi hogar, y no podía vivir lamentándome todo lo que pasó. Muy lentamente fui encontrando el camino y logré salir de ese abismo. Rocas donde sujetarme iban apareciendo de la nada y encontré de nuevo la tranquilidad. Eras algo más que un recuerdo, una gran experiencia y una gran enseñanza. Tomé todo lo bueno que me diste y seguí adelante.
Apareciste varias veces en ese camino de salida, y aunque al principio fui muy débil, de una u otra manera logré saltarte porque tenía miedo de volver allí. Sentirse solo teniendo tanta gente a tu lado es algo que no le deseo a nadie, y sabiendo como eso puede sentirse mi miedo más grande no es la muerte... es la soledad.
Muchísimo tiempo pasó para darme cuenta que era un hombre diferente.y que al final lo importante del caer en ese abismo fue aprender y lograr salir adelante. Hasta hace poco pensaba que mi vida estaba en un estado tranquilo, feliz y estable... quizás no sea del todo así, pero intentaré con todas mis fuerzas no volver a ese abismo.
Fue hace muchísimo tiempo, pero recuerdo muy bien todo. Como todo entre sonrisas comenzó de la mejor manera, una tarde, una película que no vimos, algo que parecía ser perfecto hasta que el sol se escapó tras las montañas. El escalofrío que pasó por mi espalda cuando al momento de despedirme me soltaste un 'Espera, hablemos un minuto' es indescriptible.
Tu y yo, sentados en un andén... hablando. Las cosas no eran las mejores entre nosotros, la tarde que vivimos ese día parecía un recuerdo de lo que alguna vez habíamos sido, y como habíamos llegado a estar. Esa noche con un '¿Me perdonarás si la embarro?' me morí. Mi viaje de regreso fue una puta mierda, sin lagrimas, sin expresiones faciales, internamente devastado. Sabía que al día siguiente ya no estarías ahí para mí como lo habías estado durante tanto tiempo.
Duré mucho tiempo en un abismo, vacío, triste y solo. No entendía que me pasaba... Si en algún momento quería algo lo tenía y no debía preocuparme mucho por esas cosas, pero... ya no estabas, ya no quería nada, solo te quería a ti de regreso, solo quería volver algunos meses atrás para verte feliz, conmigo. Duré mucho ahí metido.
Poco a poco muy lentamente y después de muchos golpes fuertes, fui asimilando la situación. Ese abismo se había convertido en mi hogar, y no podía vivir lamentándome todo lo que pasó. Muy lentamente fui encontrando el camino y logré salir de ese abismo. Rocas donde sujetarme iban apareciendo de la nada y encontré de nuevo la tranquilidad. Eras algo más que un recuerdo, una gran experiencia y una gran enseñanza. Tomé todo lo bueno que me diste y seguí adelante.
Apareciste varias veces en ese camino de salida, y aunque al principio fui muy débil, de una u otra manera logré saltarte porque tenía miedo de volver allí. Sentirse solo teniendo tanta gente a tu lado es algo que no le deseo a nadie, y sabiendo como eso puede sentirse mi miedo más grande no es la muerte... es la soledad.
Muchísimo tiempo pasó para darme cuenta que era un hombre diferente.y que al final lo importante del caer en ese abismo fue aprender y lograr salir adelante. Hasta hace poco pensaba que mi vida estaba en un estado tranquilo, feliz y estable... quizás no sea del todo así, pero intentaré con todas mis fuerzas no volver a ese abismo.
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