jueves, 3 de noviembre de 2016

No volveré al abismo.

¿Recuerdas aquella fría noche de octubre? Fue hace muchísimo tiempo. Tú y yo, sentados en un andén, viendo los carros pasar, viendo las nubes comerse a la luna lentamente y sintiendo como todo se nos caía encima... Bueno, por lo menos yo sentía que mi mundo se venía abajo, en momento así suelo meterme mucho en mí y realmente no noté que pasaba por tu rostro.

Fue hace muchísimo tiempo, pero recuerdo muy bien todo. Como todo entre sonrisas comenzó de la mejor manera, una tarde, una película que no vimos, algo que parecía ser perfecto hasta que el sol se escapó tras las montañas. El escalofrío que pasó por mi espalda cuando al momento de despedirme me soltaste un 'Espera, hablemos un minuto' es indescriptible.

Tu y yo, sentados en un andén... hablando. Las cosas no eran las mejores entre nosotros, la tarde que vivimos ese día parecía un recuerdo de lo que alguna vez habíamos sido, y como habíamos llegado a estar. Esa noche con un '¿Me perdonarás si la embarro?' me morí. Mi viaje de regreso fue una puta mierda, sin lagrimas, sin expresiones faciales, internamente devastado. Sabía que al día siguiente ya no estarías ahí para mí como lo habías estado durante tanto tiempo.

Duré mucho tiempo en un abismo, vacío, triste y solo. No entendía que me pasaba... Si en algún momento quería algo lo tenía y no debía preocuparme mucho por esas cosas, pero... ya no estabas, ya no quería nada, solo te quería a ti de regreso, solo quería volver algunos meses atrás para verte feliz, conmigo. Duré mucho ahí metido.

Poco a poco muy lentamente y después de muchos golpes fuertes, fui asimilando la situación. Ese abismo se había convertido en mi hogar, y no podía vivir lamentándome todo lo que pasó. Muy lentamente fui encontrando el camino y logré salir de ese abismo. Rocas donde sujetarme iban apareciendo de la nada y encontré de nuevo la tranquilidad. Eras algo más que un recuerdo, una gran experiencia y una gran enseñanza. Tomé todo lo bueno que me diste y seguí adelante.

Apareciste varias veces en ese camino de salida, y aunque al principio fui muy débil, de una u otra manera logré saltarte porque tenía miedo de volver allí. Sentirse solo teniendo tanta gente a tu lado es algo que no le deseo a nadie, y sabiendo como eso puede sentirse mi miedo más grande no es la muerte... es la soledad.

Muchísimo tiempo pasó para darme cuenta que era un hombre diferente.y que al final lo importante del caer en ese abismo fue aprender y lograr salir adelante. Hasta hace poco pensaba que mi vida estaba en un estado tranquilo, feliz y estable... quizás no sea del todo así, pero intentaré con todas mis fuerzas no volver a ese abismo.

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