domingo, 14 de mayo de 2017

Bajo la lluvia

Días grises, pero no tristes, bajo la lluvia los momentos pueden ser muy bellos, llenos de un toque mágico, que se impone a las condiciones de adversidad que se pueden entender en situaciones así.

O, pues para mí, ir a toda mierda, como una bala que busca su destino, mientas pedaleó como si no hubiese mañana, mientras las gotas de lluvia nublan mi vista, y la inestabilidad del suelo me hace deslizarme de forma errática, jugando con el azar y la suerte para mantenerme ahí donde estoy, mientras espero que un factor externo no sea quien cause mi caída, me hace sentir un poco más de adrenalina.

O, esos pequeños momentos donde la lluvia funciona como excusa para acercarte a mí y perderme en tus brazos. 'Cuando me sostienes, en tus brazos tan apretado, me haces sentir que todo está bien'... y sí, todo está bien, mientras estás a mi lado buscando ese calor que le falta al día. De hecho, bajo la lluvia las situaciones pueden ser muy joviales a tu lado. Yo sin gafas, porque no sé si veo mejor sin ellas, que con ellas mojadas, mientras de una u otra manera te conviertes en mis ojos, mientras me llevas de la mano hacia donde quiera que sea que nos dirigimos, cómo el niño de 7 años que puedo llegar a ser cuando estoy contigo. Esos momentos donde puedo disfrutar de una felicidad plena, gracias a ti.

O, esos partidos dónde la lluvia se sobrepone al juego, y cada paso se convierte en un paso en falso para cumplir ese pequeño objetivo momentáneo. Un balón mojado, que no facilita la situación y que con un poquito de fuerza se resbala más de lo que debería, un balón mojado que ya no solo pesa lo que debería, y dificulta aquel intento de controlar el juego. Deslices que se pueden convertir en peleas, gotas en la frente que se mezclan con el sudor y empapan el rostro, y un sonido atronador en el fondo. Cuando ganas el partido, por un lanzamiento desde el área de tres puntos, en estas condiciones, y todo tu equipo te busca, sin importar que al correr a ti puedan caerse... se puede describir en una sola palabra. Satisfacción.

Días grises, pero no tristes, bajo la lluvia he sido feliz muchas veces, y espero poder serlo pronto de nuevo.

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