No puedo evitarlo, y es que no es el primer sueño donde ocurre, y tampoco será el último. Ya no entiendo qué quiere mi cabeza con todo esto, si ayudarme a buscar esperanza, o posiblemente son solo ganas de torturarme. Se que seguramente no volverás, pero algo en mi insiste en que lo intente una y otras vez. Esa maldita perseverancia que me caracteriza, que a veces me sirve y me saca adelante, y que otras veces tan solo sirve para lastimarme, así que esta noche, te pido de la forma más sincera que me rechazes de nuevo, aniquila de una vez es esperanza que aún mantengo. Dime que no, corta mis alas y dejame volar, pues aunque anhelo tus ojos y extraño tu sonrisa, sigo atado a ese último beso que jamás ocurrió. Porque por más que quiera liberarme, sigo atrapado en cadenas formadas por tu hermosa sonrisa.
Básicamente lo siento, la verdad no deberías leer esto, no debería seguir molestándose después de tanto tiempo, de hecho no sé si lo leas, soy muy cobarde como para escribirte aún. Pero, pues, hay algo en mí, creo yo mi niño interior, que técnicamente es yo pero con esperanza, que te ubica en mis sueños más recientes, por poco-ocurrentes que parezcan, o que me desvela con tu recuerdo.
jueves, 2 de abril de 2015
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