Acércate, escúchame un segundo más. No te vayas aún, contempla esta última noche a mi lado. ¿Lo recuerdas?, ¿Recuerdas cuando en la fría noche te acercabas a través de un abrazo, y yo te decía que escucharas mis letras y leyeras mis palabras? ¿Recuerdas esa sonrisa gigante que relucía siempre que sacaba mi libreta y empezaba a escribir, y tú con tu picardía buscabas rayar al rededor, y distraerme? ¿Recuerdas como terminaban esas noches?. Un cielo estrellado sobre nosotros mientras tus dulces besos hacían colapsar todo mi ser. Un cielo estrellado sobre nosotros y una chispa en tu dulce mirada que llevaba a perderme entre los placeres de tu cuerpo. Un cielo estrellado sobre nosotros convirtiendose poco a poco en un amanecer de ensueño.
Acércate, léeme un segundo más. No cierres aún este diario y sigue pasando las páginas, quizás mientras más avances más puedas perderte en él, así como yo me perdí en tu mirada oscura y profunda. Déjame escribirte otro poema, por lo menos un último esta noche, donde pueda hablar de tu sonrisa, de tu piel, de tu cuerpo, del calor que me brindas y de la felicidad única y especial que pudiste dar a mi vida. Yo te dije, que como tú no había conocido a nadie y a futuro me era muy difícil intentar reemplazarte por mi forma de ser. Nadie en mi puta vida me había hecho tan feliz... nadie.
Acércate, mírame por última vez. Yo sé que es difícil, yo soy el principal culpable de que estemos en esta situación, no puedo negarlo. Quiero que veas lo especial que puedes ser y lo mucho que puedes cambiar la vida de alguien, quiero que veas lo feliz que has logrado hacerme. Quiero, antes de que te vayas, que mires mi última sonrisa sincera «Por última me refiero a que la siguiente será en muchísimo tiempo» y te des cuenta que lograste cambiar mi cara de 'Oye Camilo, por qué pareciese que odias al mundo, cambia esa mala mirada'. Me hiciste sonreír por pequeñas estupideces, cositas sencillas, cositas donde estabas tú. Quiero, que esta última noche que estaremos juntos mires mi sonrisa y la guardes como el mejor regalo que pude darte. Quiero que esa sonrisa se pierda en éste cielo estrellado sobre nosotros.
Acércate, perdóname por enésima vez. Siempre intenté ser lo mejor que pude, pero a veces lo mejor no es suficiente para. Puedes irte con total tranquilidad, yo intentaré seguir aprovechando todo lo lindo que me dejaste. Esta noche, solo hay un cielo estrellado sobre mí,
No hay comentarios:
Publicar un comentario