sábado, 31 de diciembre de 2016

Carta al 2016

Hace muchísimo no hacía esto. De hecho, en principio la idea es que fuese para mí una especie de 'ritual' cada final de año... sin embargo el final de 2014 fue el inicio de quizás uno de los peores años que he vivido, y por allá, a finales de 2015 llevaba varios meses sin escribir por lo cual no se me pasó por la cabeza. Este tipo de cosas siempre le servirán al Camilo del futuro de una u otra manera. Cuando escribí el del 2013 escribí con mucha seguridad, pensé que era muy maduro y todo eso, pero hoy que me leo, 3 años después me doy cuenta lo idiota que era, espero eso pase la próxima vez que lea esto.

Comenzando el año tuve muy buenas expectativas, puesto que salía de ese año tan horrible como lo fue 2015. Empezaba de nuevo, quizá no desde cero, pero sí con muchísima actitud. Los primeros meses fueron muy calmados, y me di cuenta que la soledad que padecí el año anterior era muy superficial, sobretodo teniendo tanta gente rodeándome. Poco a poco me fui dando cuenta que mis verdaderos amigos siempre habían estado ahí todo el tiempo, y que aquellas amistades que nacieron en años anteriores se iban a fortalecer más y más. En cuanto a mis relaciones sociales este fue un año excelente; solidifiqué mi circulo social de confianza y encontré grandes amigos con los que sé que puedo contar. Así mismo mantengo mis vínculos con quienes compartí en el colegio, ya 3 años después de salir de. Viejos amores que volvieron en forma de muy buenas amigas, y relaciones que pensaba estaban deterioradas mejoraron con el paso del tiempo. Nuevas caras frecuentes a quienes podía regalarles una sonrisa y parte de mi confianza, y viejas caras que viajaban lejos para mantener un contacto virtual. Si bien, también hubo amistades que se perdieron o simplemente se olvidaron, el balance fue realmente positivo este año.

Quizás la amistad fue la parte más fuerte de mi 2016. ES algo que yo valoro muchísimo y me esfuerzo demasiado por no perder, o por hacer prevalecer. En cuanto al amor todo fue un poco diferente. Éste año entré con miedo a sentir cosas por alguien, por lo que en años anteriores fue una de las cosas que más me debilito. Poco a poco fui dándome cuenta que por más que uno quiera, esas experiencias llegan solas, aunque uno no tenga las de ganar. Así tuve dos grandes experiencias, una muy larga y desgastante, y otra un poco corta, pero de igual manera desgastante. A ambas les rescato cosas, sobretodo porque me di cuenta que puedo ir más allá siendo yo, pero la verdad me hubiese gustado llegar un poco más allá y hacer perdurar esos momentos un poco más, sabiendo que pude dar más de mi. El hecho de haber estado con las únicas dos personas que realmente me llamaron la atención en todo el año, de una u otra manera, me hace sentir feliz. Siempre hay que rescatar esas pequeñas cosas que te dejan las personas.


Más allá de mis relaciones sociales mi vida personal fue un poco complicada. Este año en teoría terminaba mi recuperación de rodilla, y supuestamente todo volvería a la normalidad. Sin embargo cuando el doctor me dijo 'No creo que sea prudente que vuelva a jugar baloncesto' una parte de mi vida se desborono lentamente. Gracias a eso empecé a montar mucho más cicla, y encontré un nuevo amor en ella, sin embargo el sinsabor que me deja no poder practicar seriamente lo que más amo es demasiado denso. Creo que seguí tocando batería de igual manera que en años anteriores, si no es que un poquito más, por lo cual me siento más feliz por eso.
En el estudio sufrí varias crisis por el hecho de haber siempre sido un 'vago con suerte' (como diría alguien a quien quiero mucho), sobretodo cuando me di cuenta que no siempre puedo ser bueno en todo lo que hago sin esforzarme al menos un poco.

Si bien este año fue generalmente bueno, quizás en parte por lo malos que fueron para mí los dos anteriores, aprendí muchísimo y siento que crecí como individuo. Escribí más que el año pasado, me relacioné con más gente, tuve más momentos de felicidad, recuperé viejas mañanas y fui feliz, que creo que al final es lo importante. No me queda más, que darle las gracias a este año (así como los idiotas que saludan meses o despiden semanas). Gracias.

miércoles, 28 de diciembre de 2016

Cuando la inspiración se va.

Espero esto sea breve, como lo que ocurrió entre nosotros. Es muy raro, porque no sé que hiciste para que yo cayese en este estado; para que yo volviese a escribir con inspiración. Es gracioso, inspirarme es una cuestión un poco complicada. La verdad no suelo escribirle a quien deseo solo físicamente, en palabras más cortas, no le escribo a lo que me quiero comer. Quizá eso sea muy idiota de mi parte, ya que este medio podría ser muy útil para algo carnal... al fin y al cabo las palabras bonitas y bien organizadas son las que lo llevan a uno a lugares que jamás se piensan, y preguntas curiosas con un doble sentido un tanto poético podrían dar pie a cualquier maricada.

Ya hoy solo me queda desahogar la última gota de inspiración que yace bajo tu nombre. Esa última sonrisa que aún recuerdo y el último beso que jamás debimos darnos. Todo eso me llenó de inspiración, de felicidad y de muchísimo sentimiento. Tanto así que aún podría escribir sobre eso.
Ya hoy solo me queda despedir ese recuerdo del que aún me aferro y soltarme de todo lo que en algún momento me brindó una felicidad banal. Al final lo que más me llenó de toda la experiencia fue esa pequeña frase sobre la felicidad. Como se va de la nada, por su misma esencia. Ya hoy solo me queda seguir adelante, esperando y buscando quien llegue a mi vida a brindar inspiración.

martes, 13 de diciembre de 2016

Recuerdos

¿Recuerdas Lorena, la primera vez que nos vimos en el parque para jugar baloncesto? Yo sí.... Llegaste vestida para la ocasión. El uniforme acentuaba de gran manera tus curvas, y el hecho de que en algunos momentos nos enfrentáramos, me permitió admirar tus ojos verdes, eso cuando tu cabello negro no los tapaba. Recuerdo que jugamos unas 3 horas, entre risas y jugueteos que ahorita me parecen absurdos, pero que en ese momento eran muy lindos. Salimos de ahí para tu casa, a 'tomar algo'. Fue una tarde muy linda, aún tengo muy sólido el recuerdo de tus ojos frente a mí. De ellos cerrándose para culminar en un beso. De una película en el fondo y un poco de calor en el ambiente. De un vaso de jugo de mora y un beso tímido de despedía, que pedía que nos quedáramos mucho más en ese instante.

¿Recuerdas Alejandra, aquel viaje de más de 4 horas en bus? Yo sí... No nos conocíamos de la nada, pero gracias a un amigo, que también conocí en ese viaje empezamos a hablar. Nos dimos cuenta muy rápido que teníamos muchas cosas en común. Fue un viaje muy charlado, muy relajado, muy bacano contigo. Llegamos a un hotel y empezamos a buscarnos de a poquito. El Karaoke en esa noche jamás lo olvidaré. Mientras yo intentaba ver esa pantalla, te buscaba con la mirada para recibir una hermosa sonrisa. Tus ojos verdes me llamaban y tu cabello dorado se veía un poco rojizo por las luces del lugar. Terminamos ahí para posteriormente escaparme de mi habitación para buscarte. Valió la pena la caminada por cada beso que recibí, por cada caricia que pude dar y obtener. ¿Recuerdas el viaje de regreso? Esas son otras 4 horas largas que espero nunca olvidar.

¿Recuerdas Sofía, la primera vez que nos vimos en ese centro comercial? Yo sí... Era la primera vez que salíamos juntos. Llevábamos hablando ya muchísimo tiempo, pero las cosas nunca se nos dieron rápido. Llegaste con una camisa de cuadros roja y con una sonrisa muy muy tímida me recibiste un abrazo. Me disculpé y todo porque sentí que te incomodaba, pero me pediste otro. Creo que eras un poco feliz entre mis brazos. Esa tarde fue muy agradable. Comimos helado, dimos un montón de vueltas y hablamos... hablar siempre es muy lindo. Cuando te dejé en tu casa recibí algo que no esperaba. Te empinaste y me diste un beso muy tímido, para luego empujarme y decirme que era un idiota por ser 'tan lindo'. Nunca entendí bien eso, pero hasta el día de hoy me sigue haciendo sonreír.

¿Recuerdas Luisa, aquella feria del libro donde me robaste mi gorro y paseaste con él toda la tarde? Yo sí...  Nunca pensé que aceptarías salir conmigo en un principio. Habíamos hablado muchísimo ya, pero veía la edad como una barrera. Me llevabas un año largo, y no me sentía muy seguro de estar haciendo las cosas bien. Nos vimos cerca a tu casa para tomar un bus juntos. Fuimos hablando de cómics y series en ese bus, la gente nos miraba un poco extraño por lo ruidosos que llegamos a ser. Llegamos a la feria y revisaste mi maleta, te diste cuenta que tenía un gorro un poco geek. Yo te dije que era lo que iba a usar, pero que si te daba pena pues no lo hacía... en eso me lo quitaste y lo llevaste todo el día. Recuerdo que era muy lindo verte con ese gorro, y tu cabello rojo sobre tus pechos ayudaban a que yo acentuara esa imagen en mi cabeza. Esa imagen tuya, con un gorro geek, sonriéndome solo por ser el yo de siempre me llena muchísimo, teniendo en cuenta todo lo que llegué a pensar antes de invitarte a salir. Recuerdo cuando en el bus de regreso antes de bajarte me diste un beso rápido y me sacaste uno de los cómics que compré ese día. Espero aún lo conserves.

Todos estos recuerdos me han forjado y me llenan de alegría, pero tristemente esto es solo pasado. Y de éste toca aprender. A futuro lo momentos no siempre serán buenos, como en el pasado tampoco lo fueron todos, pero la idea es siempre guardar las cosas buenas que dejan las personas en la vida.

lunes, 5 de diciembre de 2016

Una nueva forma de ver el mundo

Aun recuerdo cuando llegaron a mí, quizás en uno de mis mejores momentos se adaptaron poco a poco a mi ser. Yo aún era el yo que siempre he puesto en un pedestal, y en ningún momento pensé que dependería tan fuertemente de ustedes en algún momento. Apenas llegaron me golpeé muy fuerte, tanto así que cada que podía las escondía. No dejaba que me viesen con ustedes... Pero sí, uno es estúpido y se da cuenta que las necesita cuando menos lo espera, y sin pensarlo mucho, me di cuenta que eran imprescindibles para mí.

Estaban ahí cuando empezó mi cambio, el que me haría pensar que podía ser mejor persona y podía remediar todos los males de mi pasado. Fueron una gran parte de éste cambio, pues fueron fuertes participes de ésto. Con ustedes en mí el mundo se veía de otra manera, a veces más oscura, pero mucho más nítida.

De octubre de 2013 a diciembre de 2016. Casi queda justo en el tiempo donde mi cambio empezó y sin previo aviso fueron las únicas que estuvieron para mí todo ese tiempo. Vivieron conmigo un año de mierda como lo fue el 2015 y dos grandes años de conocimiento personal como lo fueron 2014 y 2016. Terminaron junto a mí una de las etapas más lindas, y ayudaron a fortalecer ciertos vínculos. Empezaron junto a mí una nueva etapa y me llevaron por perspectivas que antes no imaginaba.

Momentos duros, momentos alegres. Muchas veces impidieron que robara un beso, o se chocaban con otras como ustedes en momentos menos oportunos. Al principio eran una gran responsabilidad, luego me di cuenta que así no tuviese el mejor trato, siempre estarían ahí. Muchas veces me salvaron de una mala mirada y muchas otras fueron objeto de cumplidos. Algunas veces fueron parte de conflictos y otra una buena excusa para evitar hacer algo.

Narrar anécdotas, situaciones o momentos donde son relevantes sería algo que me llevaría mucho tiempo, hoy son algo que trascienden y al irse dejan un pequeño vacío en mí. Uno que debe llenarse con un cambio, que ojalá sea para bien.

Hasta el futuro, lentes míos.

Hasta un futuro que nunca se dio.