¿Recuerdas Lorena, la primera vez que nos vimos en el parque para jugar baloncesto? Yo sí.... Llegaste vestida para la ocasión. El uniforme acentuaba de gran manera tus curvas, y el hecho de que en algunos momentos nos enfrentáramos, me permitió admirar tus ojos verdes, eso cuando tu cabello negro no los tapaba. Recuerdo que jugamos unas 3 horas, entre risas y jugueteos que ahorita me parecen absurdos, pero que en ese momento eran muy lindos. Salimos de ahí para tu casa, a 'tomar algo'. Fue una tarde muy linda, aún tengo muy sólido el recuerdo de tus ojos frente a mí. De ellos cerrándose para culminar en un beso. De una película en el fondo y un poco de calor en el ambiente. De un vaso de jugo de mora y un beso tímido de despedía, que pedía que nos quedáramos mucho más en ese instante.
¿Recuerdas Alejandra, aquel viaje de más de 4 horas en bus? Yo sí... No nos conocíamos de la nada, pero gracias a un amigo, que también conocí en ese viaje empezamos a hablar. Nos dimos cuenta muy rápido que teníamos muchas cosas en común. Fue un viaje muy charlado, muy relajado, muy bacano contigo. Llegamos a un hotel y empezamos a buscarnos de a poquito. El Karaoke en esa noche jamás lo olvidaré. Mientras yo intentaba ver esa pantalla, te buscaba con la mirada para recibir una hermosa sonrisa. Tus ojos verdes me llamaban y tu cabello dorado se veía un poco rojizo por las luces del lugar. Terminamos ahí para posteriormente escaparme de mi habitación para buscarte. Valió la pena la caminada por cada beso que recibí, por cada caricia que pude dar y obtener. ¿Recuerdas el viaje de regreso? Esas son otras 4 horas largas que espero nunca olvidar.
¿Recuerdas Sofía, la primera vez que nos vimos en ese centro comercial? Yo sí... Era la primera vez que salíamos juntos. Llevábamos hablando ya muchísimo tiempo, pero las cosas nunca se nos dieron rápido. Llegaste con una camisa de cuadros roja y con una sonrisa muy muy tímida me recibiste un abrazo. Me disculpé y todo porque sentí que te incomodaba, pero me pediste otro. Creo que eras un poco feliz entre mis brazos. Esa tarde fue muy agradable. Comimos helado, dimos un montón de vueltas y hablamos... hablar siempre es muy lindo. Cuando te dejé en tu casa recibí algo que no esperaba. Te empinaste y me diste un beso muy tímido, para luego empujarme y decirme que era un idiota por ser 'tan lindo'. Nunca entendí bien eso, pero hasta el día de hoy me sigue haciendo sonreír.
¿Recuerdas Luisa, aquella feria del libro donde me robaste mi gorro y paseaste con él toda la tarde? Yo sí... Nunca pensé que aceptarías salir conmigo en un principio. Habíamos hablado muchísimo ya, pero veía la edad como una barrera. Me llevabas un año largo, y no me sentía muy seguro de estar haciendo las cosas bien. Nos vimos cerca a tu casa para tomar un bus juntos. Fuimos hablando de cómics y series en ese bus, la gente nos miraba un poco extraño por lo ruidosos que llegamos a ser. Llegamos a la feria y revisaste mi maleta, te diste cuenta que tenía un gorro un poco geek. Yo te dije que era lo que iba a usar, pero que si te daba pena pues no lo hacía... en eso me lo quitaste y lo llevaste todo el día. Recuerdo que era muy lindo verte con ese gorro, y tu cabello rojo sobre tus pechos ayudaban a que yo acentuara esa imagen en mi cabeza. Esa imagen tuya, con un gorro geek, sonriéndome solo por ser el yo de siempre me llena muchísimo, teniendo en cuenta todo lo que llegué a pensar antes de invitarte a salir. Recuerdo cuando en el bus de regreso antes de bajarte me diste un beso rápido y me sacaste uno de los cómics que compré ese día. Espero aún lo conserves.
Todos estos recuerdos me han forjado y me llenan de alegría, pero tristemente esto es solo pasado. Y de éste toca aprender. A futuro lo momentos no siempre serán buenos, como en el pasado tampoco lo fueron todos, pero la idea es siempre guardar las cosas buenas que dejan las personas en la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario