viernes, 4 de octubre de 2013

El último suspiro.

Que quede constatado bajo palabras mías, que aun no rompo la promesa que te hice amor de mi vida, yo sigo acá, pensando día y noche en como será el mañana, si te tendrá a ti o no...

Hoy, en este instante, peno por mi futuro indeciso. Un futuro donde parece que ya no estás, donde la vida me opaco, un futuro donde estoy pendiente de ti, y en donde mis lágrimas fluyen como las palabras que pongo en este momento. Al principió la idea del texto era un suspiro más, pues tenía en mente y como objetivo directo volver a ti, reaparecer como un ave fenix y esperar que pasaba... Pero me doy cuenta de que ya no soy nadie, que no fue necesario disponerme a eso, pues en tu vida hay alguien de mayor peso que yo frente a tu corazón, quizás porque esta persona si sea interesante, o esta persona de todo lo que puede por ti (Cosa que yo no puedo porque ya una vez dado todo no se puede dar más, y yo desde un principio todo lo que pude te lo di) Quizás porque esta persona ocupa de una forma más abisal el "Vacío" Que yo quizás dejé...

 Decidí cambiarle el nombre a El último suspiro, retomando la idea original, pues siento en lo profundo de mi alma que ya no me quedan fuerzas, y que tu nunca las necesitaste, pues hacías conmigo lo que te pareciera. Me tenías a tu merced, quizás tenías lo mejor de mi, algo que yo mismo no tendré pues estoy dado a ser más con las personas que me rodean que conmigo mismo y puedo decir que tu eras por la única persona que yo haría lo imposible. Pero tristemente la gente ocupa espacios, y como tradicionalmente se dice "Si no sirve, que no estorbe", tú a mi me despachaste de un momento a otro. Dejé de serte una existencia útil y caí en el olvido.

Fue el último suspiro porque sé que ya no existo en tu vida, ya hay gente remplazando el que era mi papel hace un buen tiempo. Fue el último suspiro porque sé que el amor que yo te brindaba no era suficiente y en otra persona encontraste eso y hasta más camuflado de otra manera. Fue el último suspiro que mi corazón dio y mi alma concedió. Fue el último suspiro que atravesó mi existencia.

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