lunes, 7 de abril de 2014

Te llevaste mi poema.

Hoy, quedé atrapado en tus labios, no pude salir de ellos.
Mí mente fuera de sí los buscaba pese a los obstáculos visuales.
Tu sonrisa saciaba mi antojo, no me percaté, en sus lineas tan bellos.
Me olvidé por un momento de todas las situaciones banales.

Devine después de topar la silueta de tus labios con el brillo de tus ojos.
Cafés, profundos, con cierta seriedad, quedé totalmente atontado.
Porque sin más razón, tu existencia me enloquece, como a pocos.
Pues sabes que con una sonrisa, una que llegue a mi, caeré más que enamorado.

Y es que, así jamás te des cuenta, así jamás te enteres.
Mi vida está girando entorno a ti, a tu existencia.
Esa existencia que me condiciona, y que me transforma con creces.

No me hallo en otro momento existencial.
No me encuentro lejos de tu sonrisa.
Porque aunque no sepas de mi sentimiento, no hay prisa.
Eres la luz que alumbra mis días de una forma astral.

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