martes, 22 de septiembre de 2015

Un viaje inesperado.

‘Tres… Dos… Uno… Despeguen’ fue lo último que Freddy escuchó ese 3 de agosto antes de partir de la tierra. Aquel joven que mientras cursaba el bachillerato gozaba en sus clases de física, hablando de cuerpos celestes y misterios del espacio. Aquel joven que nunca le puso empeño a las demás materias, pero sobresalía por ser un sabelotodo en cuanto a la física, la química y la matemática.

Mientras cruzaba los cielos y besaba la atmosfera en su transbordador espacial ‘Utopía’, miles de recuerdos llegaban a él. Su familia, sus hijos, todo lo que dejaba atrás, sus sueños… nunca había pensado que un día como este llegaría.

Al llegar a la atmosfera recorrió con su mirada el vacío del espacio, observando cada cuerpo celeste flotando y analizando lo que en su época plantearon Klepper, Copernico y Galileo, quedando asombrado por algo tan sublime e irreal. Finalmente volteó y observó un enorme punto azul que a medida de que pasaba el tiempo iba reduciendo su tamaño. En su estómago algo se movió, jamás había sentido algo así, por un momento pensó que era más grande que dios, pero en otro se sintió más insignificante que nunca. ‘El poder de la inmensidad astronómica’.

Un 3 de Mayo al ingeniero de sistemas Freddy Fernández lo llamaron de la agencia nacional espacial, la NASA para informarle que el proyecto que había pasado sobre enviar un satélite al planeta HIP 13044 b en la galaxia de Fornax, a más de 2000 años luz de la tierra, había sido aprobado por lo cual volaría hasta la estación espacial internacional para realizar los análisis pertinentes y, además de esto cumplir su sueño de conocer el espacio exterior.

Así, 3 meses antes comenzaría su entrenamiento para resistir una semana en la estación espacial. Pruebas de resistencia, nutrición y estado mental, fueron parte de un gran número de pruebas que se le realizaron a Freddy para evitar cualquier percance allá arriba, dónde nadie poseía control de nada.

El tiempo fue pasando y Freddy se hizo más fuerte, se sentía listo para vivir una aventura que jamás había imaginado, pero que siempre había soñado. Se dispuso, una semana antes del viaje a saludar a todas las personas que consideró importantes en su vida. Su profesor de Física, de química, e incluso al de filosofía; cada uno le daba pequeños consejos. Su familia, sus tíos y primos, sus amigos del colegio y de la universidad, sus compañeros de trabajo más cercanos, todas las personas que él pudo recordar para finalmente pasar las últimas horas sobre la tierra con su familia.

En esa última noche su hijo, antes de dormir le preguntó si en serio el planeta tierra era el único planeta con seres vivos a lo largo del espacio, a lo que Freddy respondió ‘No lo sé pequeño, quizás cuando regrese de este viaje ya lo sepa’. Le dio un beso, lo arropó y se fue a su cuarto. Esta sería la última conversación que tendría antes de partir a su exótico viaje.
Al llegar a cabo cañaveral, conoció a quienes serían sus acompañantes en el viaje. El físico ruso Dimitri Trotivic, dos ingenieros aeroespaciales americanos, Walter y Hank Davis, y finalmente una astrónoma italiana, Francesca Berlusconi. Todos ellos ‘viajeros frecuentes’, por lo cual Freddy era el único que nunca había salido de la tierra. Había muchísimas barreras de comunicación, sobretodo la idiomática, y eventualmente se entendían palabras en inglés, pero nunca se formaban conversaciones, por lo que al ingresar al transbordador la cosa se tornó un poco incómoda. Él sabía que todos ‘iban a lo que iban’, por lo cual la seriedad mostrada era absoluta.

Al momento de entrar al trasbordador, sintió un frío atravesando todo su cuerpo. Tenía miedo de seguir adelante, pero a la vez las ganas de aventura que llenaban su cuerpo eran impresionantes. Se acomodó en su asiento, mirando hacia el cielo despejado y comenzó a respirar. ‘Tres… Dos… Uno… Despeguen’ sería lo último que escuchara antes que un estruendoso ruido atravesara por sus tímpanos y ensordeciese su vida por unos segundos.
La nave adquirió un silencio singular, mientras que el ruido de los botones y alarmas era enorme, sin embargo el aroma a tranquilidad se veía en la cara de cada uno de los tripulantes. Ya al salir de la atmosfera, con menos sonido de alarmas se vieron envueltos en un incómodo silencio tal que el viaje se tornó eterno.

En ese trayecto, Freddy solo podía pensar en lo rápido que había avanzado la ciencia, si bien tan solo 2800 años atrás los primeros científicos ‘serios’ daban pasos agigantados en los campos de la astronomía y la física. Además de que entendía que durante casi 1200 años no hubo avance científico como tal, se sorprendía como tan solo hace 70 años ya tenía imágenes del cuerpo planetario más alejado del sistema solar que habitaba; Plutón.
En ocasiones pensaba que dirían personas del calibre de Da Vinci, Einstein, Tesla, incluso Anaximandro y aquellos griegos que desde su pequeño territorio observaban el cosmos. Pensaba, si una persona ‘insignificante’ como él tenía grandes sensaciones en un lugar tan inhóspito como el espacio exterior, como serían los sentimientos de aquellos que vivieron por y para el mismo, sin poder tocarlo con la palma de las manos.

Entre tantos pensamientos, terminó desvaneciéndose en un profundo sueño. Al llegar, lo primero que quiso hacer Freddy fue salir y ver el vacío del espacio con sus ojos, quería sentir la profundidad del mismo, y quería tocar (de una forma muy abstracta) el vacío del espacio. Sin embargo, en ese instante no tenía permisos suficientes, debía acoplarse y estar por lo menos 36 horas dentro de la estación espacial para que su cuerpo y su metabolismo se ajustaran al mismo, puesto que es muy diferente vivir en una especie de satélite que orbita a través de la tierra, que vivir en la tierra, sobretodo porque el ciclo solar suele cambiar y en ese sentido se pueden llegar a tener serios problemas.

Debido a esto, lo primero que hizo fue explorar el interior de la estación espacial. Las zonas con gravedad, y las que permitían al astronauta entrenar en gravedad cero, sin embargo, al pasar por la zona donde se almacenaban todos los posibles combustibles notó que algo parecía no estar en orden, sin embargo le dio poca importancia y siguió en su camino de exploración y aventura. Se sentía como niño pequeño en juguetería, todo le resultaba asombroso. Casi terminando su recorrido se encontró con Francesca junto a Dimitri, intentó avisarles sobre el elemento extraño que notó en su exploración, a lo que ellos, asintieron y dejaron como si no hubiese nada, por lo cual Freddy se relajó y siguió su camino.

Sus siguientes horas se le hicieron eternas, puede que estuviese en el lugar más genial del espacio para él, sin embargo no se encontraba a gusto con algo, aunque ya faltaban solo 16 horas para poder sentir el espacio ‘en carne propia’. El tiempo pasaba y él iba olvidando que la verdadera razón por la que se encontraba allí, no era más que la de instalar y programar un satélite que resistiese el poder del vacío y de la velocidad de orbita máxima de la estación espacial.

Finalmente se cumplieron las 36 horas, y sin más que solo ánimos y su traje de astronauta ‘último modelo’ saltó al espacio enganchado de un arnés que lo sujetaba a la base de la estación espacial. Apenas salió quedó impresionado, no solo con la inmensidad del espacio, con los planetas que ya no se veían como pequeños puntos de colores sino también con el propio planeta tierra. En ese momento recordó las palabras de su hijo; ‘¿Habrán más planteas con seres vivos?’, le parecía algo muy posible, ese enorme punto azul que se encontraba al frente suyo resultaba ser insignificante frente a todo lo que veía más allá del mismo.

Saltando y caminando por donde podía, Freddy recorría lo que llamaríamos firmamento, pero de una forma que no puede ser descrita. Veía estrellas tanto arriba, como abajo, a todo lado, para él era mágico. Sin embargo, su momento de alegría duró poco, cuando sintió que su arnés se tambaleó y vio fuego en la parte más alta de la estación espacial internacional. Posterior a eso, vio como las capsulas de escape de emergencia salían una por una, contando hasta 6 capsulas… todas las que habían. Se percató que la explosión venía del tanque de almacenamiento de combustibles, y que posiblemente se produjo por el pequeño desorden que notó al pasar por ahí la primera vez. Este desorden no era nada más que una fisura en el tanque, que al reaccionar con oxígeno haría que se produjese una gran combustión.

Desesperado y frustrado, intentó ‘nadar’ hasta donde pudiese sujetarse, sin embargo el movimiento de la estación, como el movimiento que generaba su órbita, lo movían de tal manera que parecía una pelota amarrada a una raqueta. Cuando por fin logró sujetarse de una antena, esta se rompió, generando una acción en cadena que terminaría rompiendo su arnés, flotando sin rumbo en el espacio. Con todas las esperanzas perdidas decidió que lo mejor para él, y para prolongar su vida era poner el traje espacial en modo de hibernación, consumiendo poco oxígeno, para así no agotarlo rápidamente, durmiendo y teniendo la esperanza que algún día caería como un meteorito de regreso a la tierra. Pensó en su familia, sobretodo en su hijo y cerró sus ojos.

Pensó que nunca los volvería a abrir, y que lo más probable es que muriese en el vacío del espacio, pero su suerte fue totalmente diferente…

Apenas abrió sus ojos, un fuerte dolor de cabeza lo atacó, muy cansado para moverse, logro con justas fuerzas tocarse los ojos y frotárselos, no podía creer que seguía vivo, de hecho, no podía creer que estuviese de nuevo en la tierra. Con todas sus fuerzas intentó levantarse, sin resultados positivos, por lo que agradeció nada más el hecho de estar vivo. De repente llegaron un par de individuos con forma humanoide, Freddy se acababa de percatar que el cielo no era azul, sino de una tonalidad un poco más purpura, y así también que la razón por la cual no se pudo levantar era porque estaba en un planeta cuya gravedad era mayor que la de la tierra.

Anonadado no supo cómo reaccionar, tenía miedo, pero a la vez estaba aliviado pues estos seres no habían hecho nada con él, por lo cual sentía un poco de confianza frente a cualquier cosa que le pudiese pasar. Al intentar comunicarse, se dio cuenta que ellos no hablaban, sino que se entendían tan solo con mirarse, hasta que logró entablar conversación, por medio de telepatía con uno de esos seres.
El ser extraño le contó que lo habían encontrado flotando en el vacío del espacio, y que al ser tan similar a ellos decidieron rescatarlo, sin embargo que al llegar al planeta, se dieron cuenta que era originario de otro planeta, un planeta azul que se encontraba a 3 sistemas solares de allí. En ese momento estaban en el planeta Kugo, un planeta pequeño, de características similares a la tierra, de hecho fueron planetas que nacieron y fueron desarrollándose al tiempo, Sin embargo poseían una pequeña diferencia, la ausencia de religión. Gracias a esto, estaba casi 1500 años adelantados tecnológicamente hablando, por lo cual poseían facultades de comunicación telepática así como muchísimas otras cosas las cuales Freddy nunca imaginaría que existirían en algún momento.

Por su cabeza pasaron miles de cosas, desde que todo eso era un sueño hasta que el cielo del que siempre le hablaron no era como lo pintaban, que su muerte lo llevó a un mundo de alucinaciones y fantasía, sin embargo en su mar de pensamientos, casi instintivamente le salió un ‘¿Pueden enviarme de regreso a la tierra?’. La respuesta fue más que inmediata; ‘sí, es algo demasiado sencillo’.

‘Por siglos hemos visto su planeta, cuya belleza es similar al del nuestro. Una pequeña aura azul los rodea, llenos de esperanza, mientras que el nuestro, un poco más pequeño rodeado por un aura purpura, donde la paciencia y el conocimiento resaltan sobre sí. De no ser por esa enfermedad que ustedes llaman religión, estarían casi al mismo nivel que nosotros, hace siglos reevaluamos teorías astronómicas que ustedes no concebirán hasta dentro de varias décadas, así como el engrandecimiento a personajes específicos fue encerrando el conocimiento, mientras que en un mundo donde poseer conocimiento no es un privilegio las cosas fluyen de mejor manera. El día en que la raza humana deje de vivir de la esperanza y se enfoque más en el conocimiento, prosperarán hasta el punto en que los avances en el campo científico avanzarán a una velocidad 10 veces mayor de la que avanza actualmente, eso descubrimos, y por eso, es que en cuestión de minutos volverás a la tierra. El tiempo que vagaste en el espacio fue aproximadamente un cuarto de lo que demora Kugo en rotar frente a nuestra estrella, es decir un sexto de lo que demora la tierra rotando a la estrella de su sistema solar. Finalmente, fue un placer y una suerte que te hayamos rescatado, sin embargo no te podemos contar más sobre quiénes somos, porque puede peligrar tu estado mental. Sin más, te invito a que nos sigas a esta pequeña nave en forma de cono, acá volarás a la tierra’


Al oír esto Freddy sintió un escalofrío, lo que lo hizo percatarse de que esto era más que real. Los siguió sin pensar ni una sola palabra, y al entrar al pequeño cono se dio cuenta que este era inmensamente más grande por dentro que por fuera, por lo que reevaluó que el espacio es relativo, así como en algún momento lo planteó Einstein. Se subió a la nave y en cuestión de minutos ya divisaba los anillos de Saturno. Anonadado por eso, pensó en todo lo que había vivido, hasta el punto de tener una respuesta para su hijo… Desafortunadamente, al llegar a Júpiter, un asteroide impactó contra su nave en forma de cono, cambiando la ruta de llegada, dejándolo vagando por el espacio por otro largo periodo de tiempo.

domingo, 30 de agosto de 2015

Lo lamento.

Al final fue mi culpa que nos distanciáramos, fui yo quien dejó escapar la oportunidad de poder seguir siendo alguien para ti, y es que realmente siento que llegaste a conocer la peor parte de mí. Conociste al yo que no sabe perder. Sobretodo si entendemos de primera mano que en ese momento perdí mi vida en un sentido no muy estricto, puesto que esta voló de mi pecho intentando no soltar tu mano mientras te ibas lentamente.

El peor yo sólo se resume en una palabra: 'Frustración'. Y es que no hay nada más frustrante que verte partir sin poder hacer absolutamente nada. No hay nada más frustrante que pasar a tu lado y ni siquiera poder levantar la mirada. No hay nada más frustrante que el hecho de no haber logrado finiquitar 'bien' lo que se podía entender como nuestro, me siga persiguiendo hasta el día de hoy sin dejarme descansar.

Al final solo me quedó rescatar lo bueno que viví contigo y seguir usando(te) como inspiración todo eso, sin embargo, cada día que pasa me lamento que hayas conocido al peor yo... Cada día me lamento que ya no estés, y aunque la frustración es mucho menor, aún duele saber que en un momento de mi existencia, una parte de mi casi tan grande como mi vida, salió de mi pecho a perseguirte como un sueño, y volvió reducida a una pequeña gota de esperanza que aun vive.

Te extraño.

lunes, 10 de agosto de 2015

Una noche más, una noche menos. ¡Qué más da!

Es inevitable para mi ver una foto tuya y no querer escribir, sobretodo porque hoy te veo más linda de lo que te veía hace un año. Un título muy largo para un escrito tan corto, pero cada noche en la que me topo con tu foto, no puedo evitar sonreír. Siempre me lamento pues además de tu compañía, perdí tu amistad, algo que era muchísimo más valioso para mí. Te extraño muchísimo, pues alegrabas mis días, tanto antes como después de estar juntos. Sin embargo, entre tanto lamento y tanto recuerdo que anhelo nunca me arrepentiré de haber dado todo lo que pude por ti. Ha pasado muchísimo tiempo, muchísimas sonrisas y unas cuántas lagrimas, pero todas estas me han enseñado algo.
Es inevitable ver tu foto y no sonreír, puesto que todas las noches siento que jamás encontraré a alguien como tú. Alguien tan hermosa, alguien tan... única.


martes, 21 de julio de 2015

Profundidad

Es la inmensidad del mar la que me filtra tu recuerdo, y que lentamente me ahoga en el mundo de posibilidades que tuvimos. Que si fue tu error, que si fue el mío, jamás lo sabré y ahora ya no importa, porque fuese la respuesta que fuese, ya no estás a mi lado. Y aunque pase el tiempo siento que lo nuestro pudo perdurar, pero... al final de la noche tu recuerdo se desvanece como las gotas de lluvia sobre el inmenso mar azul. Aun no entiendo por qué cada noche pasa lo mismo, vas y vienes trayéndome desdicha y frustrando mis pensamientos. Quisiera entender por qué pese a que llevas mucho tiempo lejos de mí sigues estando tan cerca de mi corazón... Quiero entender muchas cosas, más de las que pudimos comprender los dos en nuestro momento.

¿Por qué nunca te regalé un ramo de flores? ¿Por qué nunca te invité a pasar una noche viendo al mar? No sé qué tanto duró esto, pero siento que me faltaron muchas cosas por hacer, por hacerte.

La noche cae profundad y mi vida se pierde en la inmensidad del mar, la noche cae y cae y yo aún me encuentro sobre tu sonrisa, la única isla que me salva del inminente ahogamiento. Quisiera dejar de soñar, quisiera dejar de ver, pues dónde quiera que esté, estás presente en mí, en mis recuerdos, en mis sueños, en mis más grandes anhelos. Estas ahí sentada, como la primera vez, como la última vez, como el amor de mi vida y como quien de mi vida el amor se llevó. Estas ahí, hermosa como siempre, radiante. Te quiero, te quiero, te quiero de nuevo.

Espero algún día recuerdes esto y por lo menos sonrías. Tú sabes que al final, eso era lo único que me importaba... Verte sonreír.

martes, 14 de julio de 2015

Una noche de desespero.

No logro organizar mis ideas, no me encuentro, y no quiero echarle de nuevo la culpa a tu sonrisa. Es tarde, demasiado para volver a intentarlo, y por más que quiera, sé que las oportunidades son nulas. Pero sigues ahí, después de todo este tiempo, flotante y distante, pero a la vez con los pies en el suelo más cerca de lo que imagino. Tu risa y tu energía me llenan de alegría, y al mismo tiempo logro sentir empatía cuando no te encuentras del todo bien. Eres rara, especial para mí tal vez, quizá por esto siento lo que esta noche siento. Cada día te alejas más y cada noche es un sueño sobre ti, y te juro que si una mañana despierto y te has ido totalmente, devastado mi corazón quedará.

Tan lento como el suave oleaje del mar cubre la arena, sueltas mi mano y me dejas arrojado en un mar de ideas, dónde, por mala suerte tal vez, no sé nadar. Ahogándome en recuerdos e historias paralelas, soñando en tu sonrisa mientras muero lentamente. Buscando tomar de nuevo tu mano para no hundirme completamente y quedar sumergido de nuevo en la ilusión que esto me causaría.

Una noche más donde los sueños contigo se tornan intensos y la realidad no es nada más que un paso entre la locura y la razón. En esta noche de desespero, busco de nuevo aquella niña de cuya inocencia me enamoré y cuya mano espero no soltar nunca... aunque ya no esté aquí.

viernes, 3 de julio de 2015

Un nuevo atardecer

Hace 3 años, tu encima mío, recostados viendo el atardecer echados en el pasto. Todo parecía tan duradero, tan eterno, tan perfecto, algo que jamás cambiaría... Hoy es una noche más de esas en las que quisiera escribirte algo, pero sé que no lo leerás y de alguna manera esto corta mi inspiración, sin embargo lo intentaré.

Hoy 3 años después sigues ahí, pero los atardeceres se convirtieron en suplicas y el sentimiento que nos movía se detuvo lentamente. Te tengo, a veces en mis brazos, y lo unico que pienso es en besarte nuevamente, en tomar tu mano y caminar tomando de ella. Te tengo al frente mío y lo único que logro imaginar es tu ser viéndome como lo hacías antes. Como aquel grupo de aves que vimos una vez, juntas picándose entre sí las alas, me encantaría volverte a ver como el complemento que nunca debí dejar ir. Sigo enamorado brutalmente de ti por más que quiera negarlo.

Tan solo quisiera un nuevo atardecer  tomando de tu mano...
Tan solo quisiera un nuevo atardecer deleitandome con tu sonrisa...
Tan solo quisiera un nuevo atardecer contigo...

sábado, 30 de mayo de 2015

Cuándo conocí a alguien más...

Últimamente desligo tu recuerdo de mi vida, sin embargo pensé que conocer a alguien me ayudaría a dejar tu recuerdo de lado y lo único que ocurrió fue que este se acrecentó...
Cuando conocí a alguien, me di cuenta que aun te extrañaba.
Cuando conocí a alguien, me di cuenta que como a ti, a nadie amaría.
Cuando conocí a alguien, entendí que nada remplazaría el calor de tu sonrisa.
Cuando conocí a alguien, no fue más que darme cuenta que como tú, nunca a nadie encontraría.
Cuándo conocí a alguien, me di cuenta lo que hiciste conmigo, un cambio para bien.
Cuando conocí a alguien, conocí que en mi corazón estarás por un gran periodo de tiempo...

Cuando te conocí, me enamoré de ti. Casi instantáneo, fugaz, incontrolable.
Cuando te conocí, te convertiste en todo lo que quería.

Cuando me olvidaste, mi vida se apagó.

jueves, 7 de mayo de 2015

Aun espero.

Cada noche recuerdo una de las últimas frases que me dijiste estando juntos. "Sí algún día me equivoco Camilo, me perdonarás" a lo que sin muchos rodeos respondí "Claro, lo haría porque te amo"...

La verdad sigo esperando el día en que me digas "Camilo, me equivoqué, tomé todo a la ligera y cometí un error" o algo de ese estilo, y en mi ilusión me afirmo a mi mismo que es el orgullo quien no te ha dejado decirme esto. Qué imbécil soy.

Tu recuerdo me persigue.

Aun no entiendo muchas cosas, y la verdad creo que sé pocas, pero me encantaría dimensionar el porqué de lo que nos pasó, quiero entender el porqué de como marcaste mi vida, pese al poco tiempo que pasamos juntos (Relativamente). Y es que los susurros de las paredes me dicen tu nombre, me dicen tu apellido, la luna me muestra tu sonrisa y el cielo azul me recuerda la esperanza que robaba a tus ojos. 

Hoy un día cualquiera cuando mi mente se eleva a pensar en teorías conspiracionistas o integrales impropías, de un momento a otro llega a mí algo que hace que relacione tu recuerdo. Y aunque pensé que nunca pasaría, hoy me preguntaron por ti mediante un apodo que solías usar, y con el que nunca te llamé. Sin embargo no es la primera vez que esto pasa, y pese a que siento que aún te quiero pese a que ha pasado mucho tiempo desde que se intentó romper este lazo, a veces pareciese que estoy obsesionado contigo, y la verdad, espero no sea así, es frustrante.

Al final las cosas pasan por algo, pero es algo que si no supero, no me dejará progresar, es algo que no sé por qué, por más que lo intente, no lo superaré. Siempre vuelve de una u otra manera, de formas abstractas o concisas, viene como aire que respiro o como agua que bebo. Ahí está tu recuerdo, moviendo mi corazón, moviendo mi alma.

Estos escritos carecen de sentido, sé que lo más probable es que nunca los leas, pero al fin y al cabo, qué mejor forma de liberar el alma y el corazón, y plasmar la desesperación y angustia a las que me enfrento ocasionalmente en palabras que alguien (quizás nadie) leerá.


Anyway...


I'll be there, always. Anyway, te quiero muchísimo.





jueves, 30 de abril de 2015

Cómo nació mi blog.

En este escrito fuera de lo común compartiré como nació este blog que está pronto a recibir su visita 3mil. Hace unos 2 años, utilizando twitter, me surgía la necesidad de exponer ideas que fuesen más allá de los 140 caracteres, por eso el titulo del blog fue ese en un principio "Más de 140 caracteres" dónde se supone empezaría a colocar opiniones personales varias y así, sin embargo yo como un joven enamoradizo comencé a explorar un poco la literatura romántica y la poesía, y enamorado, me di cuenta que si tomaba inspiración de algo lograría componer algo bonito, desde cartas, poemas y escritos en sí. El tiempo pasó y mi vida amorosa, como una montaña rusa comenzó a tener altibajos, y me di cuenta que entre esos altos y bajos es donde mejor lograba inspirarme, basado en la tristeza más absurda, como en la felicidad de momento que exalta la belleza del individuo. Esta faceta de escritor era algo nuevo en mí y pues poco a poco me di cuenta que podía servir para esto.

Hace unos 6 meses o más, debido a que el rumbo de mi blog cambió (Pese a que nunca alcancé a comenzar con opiniones personaes) decidí cambiarle el nombre a "Un rincón desolado en mi mente" puesto que muy pocas personas de mi circulo social más cercano conocen esta faceta de mí. Y pues nada, básicamente eso.


Sigo publicando maricadas melancólicas y ya.

No paro de extrañarte.

A veces me cuestiono el porqué de muchas cosas, pero la que más me martiriza es aquella que me alejó completamente de ti. ¿Por qué fui tan imbécil? ¿Por qué lo sigo siendo? ¿Por qué te fallé cuando menos me di cuenta?... Y es que el hecho de tenerte muchas veces a mi lado sin que lo notes, o estar relativamente cerca me lastiman existencialmente más, puesto que daría lo que fuera para estar cerca de ti y que lo notes, pero que no se torne tenso el ambiente como eventualmente ocurrirá. Y es que más que textos largos, tengo un sentimiento conciso... Y es que por más que pase el tiempo, por más que lo intente, por más que lleguen personas a mi vida, hoy comenzando Mayo no paro de extrañarte.

lunes, 27 de abril de 2015

Mi última carta.

Querida.

Decir querida es poco, porque eres mi amada, y lo serás así ningún título nos marque en función a nosotros. A tu lado pasé momentos grandiosos. Poco a poco encontré en ti algo que pensé jamás encontrar en alguien. Te quiero dar las gracias por dejarme entrar en tu corazón, por dejarme ser quien soy a tu lado, y sobretodo por quererme tal como soy. Estoy infinitamente agradecido contigo, me mostraste un lado más alegre de la vida, marcaste en mí un momento de felicidad demasiado grande. Gracias por darme la oportunidad, porque a pesar de que al principio fue difícil, y mientras no te dabas cuenta de lo que por ti sentía, trabajaba mi plan el cual culminó en éxito un día cualquiera.

Te doy las gracias por todo el tiempo que el fuego entre nosotros brilló, porque amor por ti siento desde mucho antes. Quisiera con todo mi corazón que el día de hoy no hubiese llegado, pero al fin y al cabo todo tiene un final; Quisiera despertar mañana y seguir recibiendo tu sonrisa como motor de mi existencia, quisiera que fuese viernes y pudiera ver tu sonrisa, esa sonrisa sincera que me regalabas cuando te dabas cuenta que ahí estaba esperándote, con tu dulce favorito, sólo por el echo de seguir exaltando tu sonrisa.

De hecho, creo que tu sabes más todo lo que quiero que yo mismo. En definitiva y con menos palabras, Jamás quiero perderte, eres mi vida entera. Hoy tomaste una decisión, quizás en mi opinión no es la más acertada, pero si para ti lo es lo entenderé. Intentaré entenderte, y te seguiré buscando, así como lo hice cuando eramos sólo amigos. Soy un imbécil...

Aunque hoy mi corazón este devastado, y no pueda imaginar como sería un día sin tu sonrisa, o una noche corriendo para ver si puedo darte un beso, o quizás esos viernes en los que me esperabas, sólo para decirme al oído que me querías.

Y es que no cabe en mi cabeza un simple día sin leer un "Mi bobo" de parte tuya, o el anhelo y la paciencia que tenía solo para buscar un beso tuyo.

No sé ni para que veo el calendario, no quiero contar días, sólo sé que a tu lado pude durar más, o pude durar menos, sin embargo, el tempo que pasamos juntos fue especial, ambos lo sabemos. Quizás es momento de decir adiós

Como dije anteriormente, quiero despertar mañana, y saber que a mi lado tengo a la mujer más hermosa de la vida junto a mí.

Quiero... quiero... quiero...



Quiero que jamas dejes de quererme.


Gracias por todo amor mío.

ATT: El poeta que se enamoró de tu sonrisa.

domingo, 12 de abril de 2015

¿Qué es el amor?

¿Qué es el amor?, dime.
¿Qué es el amor sin tus miradas profundas?
¿Qué es el amor sin un beso que me transportara al infinito?
¿Qué es el amor cuando no tengo tu sonrisa cada vez que me siento triste?

Dime, ¿Qué es el amor?
Porque la verdad ya no encuentro significado,
ya no entiendo el valor de esta palabra.
Aun no sé, por qué ya no estás aquí.

¿Qué es el amor sin tus palabras de apoyo cada noche?
Explicame, ¿Qué es el amor sin esa inspiración que me brindabas?
¿Qué es el amor?
¿Qué es el amor

Pero qué es el amor si ya no encuentro sentido a nada.
Quien soy yo sin ti ahora mismo.
Por qué las direcciones nos cambiaron tanto
¿Por qué vida mía?


jueves, 2 de abril de 2015

Leeme

No puedo evitarlo, y es que no es el primer sueño donde ocurre, y tampoco será el último. Ya no entiendo qué quiere mi cabeza con todo esto, si ayudarme a buscar esperanza, o posiblemente son solo ganas de torturarme. Se que seguramente no volverás, pero algo en mi insiste en que lo intente una y otras vez. Esa maldita perseverancia que me caracteriza, que a veces me sirve y me saca adelante, y que otras veces tan solo sirve para lastimarme, así que esta noche, te pido de la forma más sincera que me rechazes de nuevo, aniquila de una vez es esperanza que aún mantengo. Dime que no, corta mis alas y dejame volar, pues aunque anhelo tus ojos y extraño tu sonrisa, sigo atado a ese último beso que jamás ocurrió. Porque por más que quiera liberarme, sigo atrapado en cadenas formadas por tu hermosa sonrisa.
Básicamente lo siento, la verdad no deberías leer esto, no debería seguir molestándose después de tanto tiempo, de hecho no sé si lo leas, soy muy cobarde como para escribirte aún. Pero, pues, hay algo en mí, creo yo mi niño interior, que técnicamente es yo pero con esperanza, que te ubica en mis sueños más recientes, por poco-ocurrentes que parezcan, o que me desvela con tu recuerdo.

miércoles, 1 de abril de 2015

A través de tu mirada.

Como me gusta tu sonrisa, descomplicada y con una pizca de picardía, que me ponía a volar y me dejaba escribir con fluidez. Extraño esa sonrisa, pero creo que yo me enamoré más que de tu sonrisa, de tu mirada.
Creo que tienes una mirada única, algo que me logra exponer mi alma y sacar a flote lo más puro de mi corazón.

Aun recuerdo como fue que tu mirada fue cómplice de aquel beso que te robé. Bajo la luna, no tan llena, pero mirándonos de forma discreta, mientras reías tímidamente y hacías de cuenta que no pasaba nada. Mis labios recorrían tu cuello, tus mejillas, tu pecho, pero por alguna razón, para mi besarte tenía que ser algo más especial, más romántico. No fue sino cuando de un momento a otro las luces se apagaron, y al prenderse de nuevo estábamos abrazados, con los labios unidos, únicos, más que nunca.

Así como una primera vez, tu mirada siguió a mi lado, como la mejor cómplice de mis fechorías, sin negarnos también que estabas comenzando a sentir cierta alegría al juntar tus manos con las mías y a juntar miradas, puesto que a través de tu mirada, entendí muchísimas cosas.
A través de tu mirada, aprendí a amarte como jamás pude haberlo hecho... A través de tu mirada me sigo enamorando más y más, pese a que ya no estás aquí.

martes, 24 de marzo de 2015

Ojalá, algún día leas esto.

No puedo mentirme más, estoy soñando constantemente contigo, pero no son sueños sucios ni burdos, ni tampoco encerrados en la idea de un beso o una caricia. Sueño que estás a mi lado, sin embargo no estamos enfrentados en una condición romántica, quizás lo pueda interpretar como una amistad. Quizás es un sinónimo de cuanto te extraño, no lo sé...

miércoles, 18 de marzo de 2015

Nunca es demasiado tarde.

11:15 de la noche, y no tengo más que tu recuerdo. Ya no estás aquí, de hecho te fuiste hace rato, pero cada vez que respiro siento el olor de tu piel. Vuelvo a pensar, nunca es demasiado tarde para amar, nunca lo será. Quizás siga pasando el tiempo, y este me martirice con recuerdos, sé que nunca será demasiado tarde para un nuevo comienzo, y es que, la verdad, entiendo que esto no lo leerás, jamás fue prioridad tuya leer lo que intentaba componer usándote como inspiración. 11:30 de la mañana, hay cosas que sigo sin entender, quizás es lo mejor para mí, quizás no, sin embargo sé que aún no lo es, nunca será demasiado tarde, ven a mi mujer.

A la distancia nuestras miradas se cruzan, y como si no nos conociéremos, pasamos uno al lado del otro sin siquiera inmutarnos, pese a que en lo personal, un millar de escalofríos atraviesan mi cuerpo, e innumerable cantidad de impulsos nacen en mí. Ganas de abrazarte, ganas de tenerte de nuevo, de besarte, de darte lo mejor de mí, aunque sé que nada volverá a ocurrir, pues parece ser demasiado tarde. Y es que puede pasar el tiempo, pueden pasar los días, y tu recuerdo latente está ahí. Tu nombre, tu mirada que me enloquecía, y tu sonrisa que me animaba. Todo de ti...

Y aunque ya con lamentarme no gane nada... desahogarme es más que suficiente. Sobretodo cuando estoy lo suficientemente frustrado para no escribir bien.

sábado, 28 de febrero de 2015

Bajo la lluvia.

Estabas allí, sentada bajo la lluvia, fue cuestión de instantes para que me encontrara a tu lado y de alguna manera encontrara el valor para tomar tu mano. Sentía que estabas herida, quizás tanto tiempo que esperé para hablarte me sirvió para entenderte un poco más, y así mismo, te sentiste en calor conmigo, pese a que la lluvia mojaba nuestras ropas y el frío se apoderaba del ambiente. Estábamos allí, sentados bajo la lluvia, tú, en un estado más que deplorable, y yo intentando ser quien nunca fui, un hombre que pudiera sacarte de ese estado. Poco a poco, entre intentos de auto humillación y patéticas bromas, logré sacarte pequeñas sonrisas que contenían las gotas de lluvia que caían sobre tu rostro, aquellas que realmente eran lágrimas que no habías podido evitar. En ese momento comprendí que no era el único que me sentía solo. Pese a que en tu circulo social estabas rodeada de personas, sobretodo hombres que manejaban características que siempre creí te atraían, no lograbas entablar confianza con ninguna de esas personas.

Después de ese día entre nosotros todo cambió, a mi lado sonreías, a tu lado me sentía completo, comenzamos a formar una pequeña relación que poco a poco fue creciendo, poco a poco fue tornándose algo muy grande. Desde instantes como ese en tu casa, cuando dormías sobre mi pecho y de un momento a otro un estornudo mío te levantó, y sin más me pegaste con un cojín en la cabeza diciendo "Estúpido, no te diste cuenta que estaba descansando de la forma más placida, cosa que hago sólo cuando estoy a tu lado" mientras apretabas mi mano e intentabas hacer que yo me disculpara, dándote un beso en esa parte del cuello que tanto te gustaba. O cómo cuando fuimos por primera vez a cine, dónde una barra muy grande separaba nuestros asientos y no la podíamos mover, y entre pequeñas risitas, tus manos y las mías se encontraban a través de aquella barra, tus piernas buscaban molestar las mías y finalmente tus labios encontraron los míos sin importar la incomodidad en que se dio ese beso... O quizás ese momento que considero yo cúspide, en el cual me sentí realmente feliz, cuando de tu mano bailé por primera vez, teniéndote cerca, más cerca de lo que jamás imaginé, teniéndote ahí, a un te amo de distancia, dónde nuestras almas se enaltecieron y nuestros cuerpos se volvieron uno sólo. Ahí donde tu y yo dejamos de ser tú y yo, y nos volvimos una especie de nosotros. Finalmente, después de incontables momentos de felicidad, algo ocurrió, y ninguno de los dos volvió a ser el mismo, ese nosotros comenzó a tornarse un poco distante de las ideas que manejábamos, y poco a poco todo se fue derrumbado, hasta el punto en que ese tú y yo que al principio existió, estaba separado por una cantidad incontable de kilómetros, ese tú y yo ya no se reconocía. Finalmente llegó ese final que tanto esperé no pasara... Quizás fue lo mejor para ambos, quizás no, no lo sabré.

Estoy allí, sentado bajo la lluvia, solo, esperando que algún día llegues de nuevo, y tomes mi mano.

jueves, 5 de febrero de 2015

Frustración.

Cuando pensé que mi vida encontraría esa paz que tenía hace aproximadamente 4 años, las cosas vuelven a complicarse, tanto física, como emocionalmente. Y no es sólo el tener que haber acelerado mi recuperación de rodilla para hacer algo tan fundamental y básico como desplazarme de un lugar a otro, en este caso desplazarme al lugar donde estudio, sino también es el comenzar a tener sensaciones y recuerdos.

Pensé que volvería lentamente a hacer deporte, hace menos de 15 días comencé con una pequeña rutina de ejercicios en la pierna, más el centenar de escaleras que subo diariamente, por lo que pensé que este fin de semana podría regresar a las canchas, arrojar un balón a un aro, correr de un lado a otro... Aunque correr es un decir, entre otras cosas. Algo así como tomar el sol de nuevo, sudar y sentir la satisfacción de un buen trabajo... Pero el dolor volvió. 2 meses y 7 días después de mi operación de rodilla, ahí sigue ese dolor, punzante, tortuoso, permanente, un dolor que no se va, que siempre viene... Dolor. Por lo que obviamente estos planes de salir a jugar baloncesto, o fútbol, o tenis, o cualquier cosa, se cayeron.

Sin embargo la situación trasciende más allá, y esta frustración vuelve a tu sonrisa. Aquella que a día de hoy no logro superar. Por más que lo intente seguirá ahí, en mi cabeza, en mi corazón. La sonrisa que desperté, aquella misma que en algún momento apagué. Básicamente eso, frustración que me recuerda lo mucho que te extraño. Frustración que me hace necesitar tus besos. Frustración, frustración, decepción.

viernes, 9 de enero de 2015

No pararé de extrañarte.

Extraño solemnemente tu sonrisa cuando caías sobre mi pecho, recostados en ese sofá que nos encontró amándonos. Aquellos momentos que hacen mi existencia un poco menos miserable, que en su momento me dieron razones para ser alguien y así mismo me dieron enseñanzas que al final de todo me alegran de formas inimaginables. Sin embargo, la melancolía siempre llega, y tú eres la razón de eso.

Es que básicamente extraño todo de ti. Tu sonrisa, tu mirada, tú suave y blanca piel que enrojecía al ser besada. Cada momento a tu lado lo recuerdo con claridad, incluso aquel primero, que fue hace ya tanto tiempo. Jamás olvidaré esa primera vez que te vi, parecía que ninguno de los dos estaba emocionado hasta que cuando te saludé me sonrojé, y tu al notarlo también lo hiciste. Fue tan fugaz, fue tan irreal, pero sé que eramos alguien en la vida del otro, y lo más importante, eramos felices.

Las situaciones juntos siguieron ocurriendo, caminando de tu mano por la ciudad, corriendo de un lado a otro, queriéndonos a nuestra manera. Me siento como un idiota cada vez que recuerdo cómo comencé a dañar todo. Aunque quizás esa es la razón por la que hoy día soy más comprensivo. Sacaste lo mejor de mí, espero en algún momento haber sacado lo mejor de ti. Marcaste un antes y un después en mi vida, pero en ese espacio que vivimos entre el antes y el después me hiciste infinitas veces el hombre más feliz del mundo.

Pero... Ya no me queda nada más que un te extraño. Sé que es imposible que lo nuestro regrese, sé que es imposible que algún día me perdones.

Sin más, no pararé de extrañarte. No lo creo físicamente posible.