sábado, 31 de diciembre de 2016
Carta al 2016
Comenzando el año tuve muy buenas expectativas, puesto que salía de ese año tan horrible como lo fue 2015. Empezaba de nuevo, quizá no desde cero, pero sí con muchísima actitud. Los primeros meses fueron muy calmados, y me di cuenta que la soledad que padecí el año anterior era muy superficial, sobretodo teniendo tanta gente rodeándome. Poco a poco me fui dando cuenta que mis verdaderos amigos siempre habían estado ahí todo el tiempo, y que aquellas amistades que nacieron en años anteriores se iban a fortalecer más y más. En cuanto a mis relaciones sociales este fue un año excelente; solidifiqué mi circulo social de confianza y encontré grandes amigos con los que sé que puedo contar. Así mismo mantengo mis vínculos con quienes compartí en el colegio, ya 3 años después de salir de. Viejos amores que volvieron en forma de muy buenas amigas, y relaciones que pensaba estaban deterioradas mejoraron con el paso del tiempo. Nuevas caras frecuentes a quienes podía regalarles una sonrisa y parte de mi confianza, y viejas caras que viajaban lejos para mantener un contacto virtual. Si bien, también hubo amistades que se perdieron o simplemente se olvidaron, el balance fue realmente positivo este año.
Quizás la amistad fue la parte más fuerte de mi 2016. ES algo que yo valoro muchísimo y me esfuerzo demasiado por no perder, o por hacer prevalecer. En cuanto al amor todo fue un poco diferente. Éste año entré con miedo a sentir cosas por alguien, por lo que en años anteriores fue una de las cosas que más me debilito. Poco a poco fui dándome cuenta que por más que uno quiera, esas experiencias llegan solas, aunque uno no tenga las de ganar. Así tuve dos grandes experiencias, una muy larga y desgastante, y otra un poco corta, pero de igual manera desgastante. A ambas les rescato cosas, sobretodo porque me di cuenta que puedo ir más allá siendo yo, pero la verdad me hubiese gustado llegar un poco más allá y hacer perdurar esos momentos un poco más, sabiendo que pude dar más de mi. El hecho de haber estado con las únicas dos personas que realmente me llamaron la atención en todo el año, de una u otra manera, me hace sentir feliz. Siempre hay que rescatar esas pequeñas cosas que te dejan las personas.
Más allá de mis relaciones sociales mi vida personal fue un poco complicada. Este año en teoría terminaba mi recuperación de rodilla, y supuestamente todo volvería a la normalidad. Sin embargo cuando el doctor me dijo 'No creo que sea prudente que vuelva a jugar baloncesto' una parte de mi vida se desborono lentamente. Gracias a eso empecé a montar mucho más cicla, y encontré un nuevo amor en ella, sin embargo el sinsabor que me deja no poder practicar seriamente lo que más amo es demasiado denso. Creo que seguí tocando batería de igual manera que en años anteriores, si no es que un poquito más, por lo cual me siento más feliz por eso.
En el estudio sufrí varias crisis por el hecho de haber siempre sido un 'vago con suerte' (como diría alguien a quien quiero mucho), sobretodo cuando me di cuenta que no siempre puedo ser bueno en todo lo que hago sin esforzarme al menos un poco.
Si bien este año fue generalmente bueno, quizás en parte por lo malos que fueron para mí los dos anteriores, aprendí muchísimo y siento que crecí como individuo. Escribí más que el año pasado, me relacioné con más gente, tuve más momentos de felicidad, recuperé viejas mañanas y fui feliz, que creo que al final es lo importante. No me queda más, que darle las gracias a este año (así como los idiotas que saludan meses o despiden semanas). Gracias.
miércoles, 28 de diciembre de 2016
Cuando la inspiración se va.
Ya hoy solo me queda desahogar la última gota de inspiración que yace bajo tu nombre. Esa última sonrisa que aún recuerdo y el último beso que jamás debimos darnos. Todo eso me llenó de inspiración, de felicidad y de muchísimo sentimiento. Tanto así que aún podría escribir sobre eso.
Ya hoy solo me queda despedir ese recuerdo del que aún me aferro y soltarme de todo lo que en algún momento me brindó una felicidad banal. Al final lo que más me llenó de toda la experiencia fue esa pequeña frase sobre la felicidad. Como se va de la nada, por su misma esencia. Ya hoy solo me queda seguir adelante, esperando y buscando quien llegue a mi vida a brindar inspiración.
martes, 13 de diciembre de 2016
Recuerdos
¿Recuerdas Alejandra, aquel viaje de más de 4 horas en bus? Yo sí... No nos conocíamos de la nada, pero gracias a un amigo, que también conocí en ese viaje empezamos a hablar. Nos dimos cuenta muy rápido que teníamos muchas cosas en común. Fue un viaje muy charlado, muy relajado, muy bacano contigo. Llegamos a un hotel y empezamos a buscarnos de a poquito. El Karaoke en esa noche jamás lo olvidaré. Mientras yo intentaba ver esa pantalla, te buscaba con la mirada para recibir una hermosa sonrisa. Tus ojos verdes me llamaban y tu cabello dorado se veía un poco rojizo por las luces del lugar. Terminamos ahí para posteriormente escaparme de mi habitación para buscarte. Valió la pena la caminada por cada beso que recibí, por cada caricia que pude dar y obtener. ¿Recuerdas el viaje de regreso? Esas son otras 4 horas largas que espero nunca olvidar.
¿Recuerdas Sofía, la primera vez que nos vimos en ese centro comercial? Yo sí... Era la primera vez que salíamos juntos. Llevábamos hablando ya muchísimo tiempo, pero las cosas nunca se nos dieron rápido. Llegaste con una camisa de cuadros roja y con una sonrisa muy muy tímida me recibiste un abrazo. Me disculpé y todo porque sentí que te incomodaba, pero me pediste otro. Creo que eras un poco feliz entre mis brazos. Esa tarde fue muy agradable. Comimos helado, dimos un montón de vueltas y hablamos... hablar siempre es muy lindo. Cuando te dejé en tu casa recibí algo que no esperaba. Te empinaste y me diste un beso muy tímido, para luego empujarme y decirme que era un idiota por ser 'tan lindo'. Nunca entendí bien eso, pero hasta el día de hoy me sigue haciendo sonreír.
¿Recuerdas Luisa, aquella feria del libro donde me robaste mi gorro y paseaste con él toda la tarde? Yo sí... Nunca pensé que aceptarías salir conmigo en un principio. Habíamos hablado muchísimo ya, pero veía la edad como una barrera. Me llevabas un año largo, y no me sentía muy seguro de estar haciendo las cosas bien. Nos vimos cerca a tu casa para tomar un bus juntos. Fuimos hablando de cómics y series en ese bus, la gente nos miraba un poco extraño por lo ruidosos que llegamos a ser. Llegamos a la feria y revisaste mi maleta, te diste cuenta que tenía un gorro un poco geek. Yo te dije que era lo que iba a usar, pero que si te daba pena pues no lo hacía... en eso me lo quitaste y lo llevaste todo el día. Recuerdo que era muy lindo verte con ese gorro, y tu cabello rojo sobre tus pechos ayudaban a que yo acentuara esa imagen en mi cabeza. Esa imagen tuya, con un gorro geek, sonriéndome solo por ser el yo de siempre me llena muchísimo, teniendo en cuenta todo lo que llegué a pensar antes de invitarte a salir. Recuerdo cuando en el bus de regreso antes de bajarte me diste un beso rápido y me sacaste uno de los cómics que compré ese día. Espero aún lo conserves.
Todos estos recuerdos me han forjado y me llenan de alegría, pero tristemente esto es solo pasado. Y de éste toca aprender. A futuro lo momentos no siempre serán buenos, como en el pasado tampoco lo fueron todos, pero la idea es siempre guardar las cosas buenas que dejan las personas en la vida.
lunes, 5 de diciembre de 2016
Una nueva forma de ver el mundo
Estaban ahí cuando empezó mi cambio, el que me haría pensar que podía ser mejor persona y podía remediar todos los males de mi pasado. Fueron una gran parte de éste cambio, pues fueron fuertes participes de ésto. Con ustedes en mí el mundo se veía de otra manera, a veces más oscura, pero mucho más nítida.
De octubre de 2013 a diciembre de 2016. Casi queda justo en el tiempo donde mi cambio empezó y sin previo aviso fueron las únicas que estuvieron para mí todo ese tiempo. Vivieron conmigo un año de mierda como lo fue el 2015 y dos grandes años de conocimiento personal como lo fueron 2014 y 2016. Terminaron junto a mí una de las etapas más lindas, y ayudaron a fortalecer ciertos vínculos. Empezaron junto a mí una nueva etapa y me llevaron por perspectivas que antes no imaginaba.
Momentos duros, momentos alegres. Muchas veces impidieron que robara un beso, o se chocaban con otras como ustedes en momentos menos oportunos. Al principio eran una gran responsabilidad, luego me di cuenta que así no tuviese el mejor trato, siempre estarían ahí. Muchas veces me salvaron de una mala mirada y muchas otras fueron objeto de cumplidos. Algunas veces fueron parte de conflictos y otra una buena excusa para evitar hacer algo.
Narrar anécdotas, situaciones o momentos donde son relevantes sería algo que me llevaría mucho tiempo, hoy son algo que trascienden y al irse dejan un pequeño vacío en mí. Uno que debe llenarse con un cambio, que ojalá sea para bien.
Hasta el futuro, lentes míos.
Hasta un futuro que nunca se dio.
domingo, 27 de noviembre de 2016
Efímero.
Aveces sólo el fuego de una vela, o la luz de la luna bastan para generar tranquilidad en una persona, a veces simplemente una sonrisa especial. Cuando todo lo que puedes considerar romántico y en cierta manera te llena como individuo se junta dejas de ver el mundo como lo ves siempre. Dejas de ver números por todos lados, y la razón pasa a un segundo plano. Como el Quijote enloquecido estaría yo, buscando de cualquier manera hacer que ese instante de locura fuese eterno. Tu, la principal culpable.
Un día todo volverá a la normalidad y la locura desaparecerá. El sentimiento mágico que nos saca de la realidad se irá desvaneciendo y poco a poco aterrizaremos de nuevo a una realidad, que muchas veces vemos como cruel, pero tan solo es muy real. Felicidad, lo más fuerte que podemos sentir y lo más alto que podemos llegar, pero uno tiene que aprender que la felicidad no es permanente y que es felicidad en sí por lo efímera que es. Eso es lo bonito de ella.
Realmente me pregunto si vale la pena sufrir tanto para ser feliz... pero es que en sí, primero debo pensar si realmente estoy sufriendo. Es decir, quizá todo sea algo que únicamente está en mi cabeza. Esa locura que transgrede mi ser y afecta de diversas formas mi forma de ser. Cuando tengo que dejar de pensar en mí, y empezar a pensar en las situaciones que me rodean, cuando sufro por no poder hablarte o verte o besarte o tenerte, no porque no quiera intentarlo, sino por la prudencia que necesito mantener. ¿Realmente vale la pena dejar mi mundo en la cabeza de un alfil para llegar a la punta de éste en forma de un beso tuyo?
Aún así sin más, felicidad suele haber por todos lados, pero al ser tan efímera no nos damos cuenta de que esta ahí. Solo notamos su ausencia y solo nos preocupa eso, más allá de cualquier cosa. La felicidad llega sola, pero llega con ciertos sacrificios. No hay nada más real que el intercambio equivalente. Siempre habrá un precio a pagar, por algo que se quiera, y en este momento no sé que soy capaz de dar por tenerte cerca a mí, porque sé con total seguridad que a tu lado soy feliz.
jueves, 3 de noviembre de 2016
No volveré al abismo.
Fue hace muchísimo tiempo, pero recuerdo muy bien todo. Como todo entre sonrisas comenzó de la mejor manera, una tarde, una película que no vimos, algo que parecía ser perfecto hasta que el sol se escapó tras las montañas. El escalofrío que pasó por mi espalda cuando al momento de despedirme me soltaste un 'Espera, hablemos un minuto' es indescriptible.
Tu y yo, sentados en un andén... hablando. Las cosas no eran las mejores entre nosotros, la tarde que vivimos ese día parecía un recuerdo de lo que alguna vez habíamos sido, y como habíamos llegado a estar. Esa noche con un '¿Me perdonarás si la embarro?' me morí. Mi viaje de regreso fue una puta mierda, sin lagrimas, sin expresiones faciales, internamente devastado. Sabía que al día siguiente ya no estarías ahí para mí como lo habías estado durante tanto tiempo.
Duré mucho tiempo en un abismo, vacío, triste y solo. No entendía que me pasaba... Si en algún momento quería algo lo tenía y no debía preocuparme mucho por esas cosas, pero... ya no estabas, ya no quería nada, solo te quería a ti de regreso, solo quería volver algunos meses atrás para verte feliz, conmigo. Duré mucho ahí metido.
Poco a poco muy lentamente y después de muchos golpes fuertes, fui asimilando la situación. Ese abismo se había convertido en mi hogar, y no podía vivir lamentándome todo lo que pasó. Muy lentamente fui encontrando el camino y logré salir de ese abismo. Rocas donde sujetarme iban apareciendo de la nada y encontré de nuevo la tranquilidad. Eras algo más que un recuerdo, una gran experiencia y una gran enseñanza. Tomé todo lo bueno que me diste y seguí adelante.
Apareciste varias veces en ese camino de salida, y aunque al principio fui muy débil, de una u otra manera logré saltarte porque tenía miedo de volver allí. Sentirse solo teniendo tanta gente a tu lado es algo que no le deseo a nadie, y sabiendo como eso puede sentirse mi miedo más grande no es la muerte... es la soledad.
Muchísimo tiempo pasó para darme cuenta que era un hombre diferente.y que al final lo importante del caer en ese abismo fue aprender y lograr salir adelante. Hasta hace poco pensaba que mi vida estaba en un estado tranquilo, feliz y estable... quizás no sea del todo así, pero intentaré con todas mis fuerzas no volver a ese abismo.
domingo, 30 de octubre de 2016
Con la suavidad de un golpe.
Contigo me siento muy tranquilo, siento que el tiempo pasa muy lento, pero a su vez cuando estamos juntos todo es muy rápido. La velocidad, la adrenalina, la energía, todo lo que siento cuando te toco me hace dejar de pensar y de un momento a otro somos uno solo. Tu, yo, mi fiel compañera en buenos y malos momentos. Tu, mi vida, por dónde se me escapan pequeños grandes momentos y por quien soy capaz de evitar cualquier evento.
Quizás no seas perfecta, tanto tu y yo tenemos muchos defectos. Quizás a veces no soy la mejor persona con quien puedas estar y muchas cosas de las que hago pueden dañarte un poco, a veces no soy consiente de eso y termino arruinando las cosas antes de lo esperado. Puede que a veces me vaya sin decir nada y puede que muchas veces pase mucho tiempo entre las cosas que digo, pero siempre vuelvo arrodillado a ti. Básicamente te necesito y eres todo lo que necesito para sentirme bien.
Necesito sentarme de nuevo a tu al rededor, y mediante un par de baquetas liberar todo esto que siento contigo. Cómo extraño tocarte y darle a cada tambor con la suavidad de un golpe. Como anhelo tenerte cerca de nuevo y poder sonreír y sentir dolor a tu lado. Cómo te amo así seas un poco incomprendida y mucha gente te deje de lado. Te amo así seas lo que nadie nunca ve y lo que todo el mundo ignora. Te amo demasiado, batería.
viernes, 28 de octubre de 2016
Palabras de mi cuaderno
Días largos con lluvias inclementes,
Inclementes horas las que paso lejos de tu sonrisa,
Sonrisa que alegra y alivia las penas que siento,
Siento que el fin de esto llegará pronto,
pronto no seremos más que dos almas que por casualidad se encontraron,
Encontraron una forma de desprenderse de la realidad indeleble y agonizante,
Agonizante grito desesperado y ruidoso,
ruidoso motor de vehículo veloz,
veloz como un pájaro que surca el cielo,
cielo que se oscurece y se llena de desesperanza,
desesperanza que marchita la vida y lo quita brillo a mis días.
Una larga noche bajo la luna, viendo tu sonrisa, buscando la forma de acercarme más a ti. El humo del café caliente se escapaba a través de las pequeñas ventanas del gran recinto. Yo buscaba escaparme de mi vida a través de tus besos. Rosas tardes se apagaban para dar píe a este magno evento, nubes como algodones y algodones como conejos. Conejos que saltan y corren como si estuviesen muy felices, felices como puedo llegar a estarlo yo cuando me siento a tu lado y tomo tu mano. Mano a mano me encontraba aquel día que fui a visitarte, confrontado con mi existencia y angustiado por la incertidumbre. Nunca pensé que llegaría a quererte tanto.
martes, 25 de octubre de 2016
Luna de sangre.
domingo, 23 de octubre de 2016
Bajo la gran luna.
Recuerdo que caminábamos bajo el frío de una tarde extraña, noté mucho frío en tu cuerpo y busqué darte mi buso, para posteriormente abrazarte apenas lo tuvieses puesto. Tu sonrisa... ese pequeño detalle que hace mi vida mucho más alegre. Ésta tarde era extraña porque el cielo no era azul... era violeta. Un cielo muy hermoso, casi tanto como tú estando a mi lado, con una sonrisa muy tierna, tus ojos sobre el cielo, tus manos sobre las mías.
Recuerdo que intentaba caminar un poco lento, puesto quería disfrutar cada instante de tiempo contigo, sin afán, sin nada más que el cielo transformándose sobre nosotros. El violeta comenzaba a oscurecerse y tus sonrisas cada vez eran más pronunciadas, mi alegría era cada vez más real. No sé como, pero terminamos dentro de un bar, de esos a los que uno solo llega por casualidad, hablando, riendo, soñando despierto en mi caso. Estabas al frente mío, tus ojos cafés me cautivaban, mientras tu cabello, negro como la noche, me ofrecía sutilmente acercarme a ti para eventualmente quitártelo de la cara y poder seguir viendo esa sonrisa que lentamente terminaría enamorándome.
Sin noción del tiempo salimos de ese hueco, que dejó de ser un hueco más por 1 hora muy larga, solo por el hecho de que tu y yo estábamos ahí. La oscuridad era aún mayor. Ya realmente era de noche, y tu con mi buso seguías con frío. Lo único que se me ocurrió fue plantarme a tu lado y abrazarte bajo la gran luna... un abrazo de esos que uno da sin ser consciente de que está haciendo, y que esperaría que durase lo que tenga que durar y hasta más. Un abrazo dónde mis labios empiezan a acercarse a los tuyos, pero que antes de llegar a su destino, se cortan por algo más fuerte...
Lo único que se me ocurrió fue dar el primer paso para quedar como un gran idiota. Un abrazo sin beso, una noche con una gran luna, mis manos lejos de las tuyas, una palabra sin terminar y un beso que nunca se va a dar.
sábado, 8 de octubre de 2016
Un cielo estrellado sobre nosotros
Acércate, léeme un segundo más. No cierres aún este diario y sigue pasando las páginas, quizás mientras más avances más puedas perderte en él, así como yo me perdí en tu mirada oscura y profunda. Déjame escribirte otro poema, por lo menos un último esta noche, donde pueda hablar de tu sonrisa, de tu piel, de tu cuerpo, del calor que me brindas y de la felicidad única y especial que pudiste dar a mi vida. Yo te dije, que como tú no había conocido a nadie y a futuro me era muy difícil intentar reemplazarte por mi forma de ser. Nadie en mi puta vida me había hecho tan feliz... nadie.
Acércate, mírame por última vez. Yo sé que es difícil, yo soy el principal culpable de que estemos en esta situación, no puedo negarlo. Quiero que veas lo especial que puedes ser y lo mucho que puedes cambiar la vida de alguien, quiero que veas lo feliz que has logrado hacerme. Quiero, antes de que te vayas, que mires mi última sonrisa sincera «Por última me refiero a que la siguiente será en muchísimo tiempo» y te des cuenta que lograste cambiar mi cara de 'Oye Camilo, por qué pareciese que odias al mundo, cambia esa mala mirada'. Me hiciste sonreír por pequeñas estupideces, cositas sencillas, cositas donde estabas tú. Quiero, que esta última noche que estaremos juntos mires mi sonrisa y la guardes como el mejor regalo que pude darte. Quiero que esa sonrisa se pierda en éste cielo estrellado sobre nosotros.
Acércate, perdóname por enésima vez. Siempre intenté ser lo mejor que pude, pero a veces lo mejor no es suficiente para. Puedes irte con total tranquilidad, yo intentaré seguir aprovechando todo lo lindo que me dejaste. Esta noche, solo hay un cielo estrellado sobre mí,
sábado, 27 de agosto de 2016
Los poetas no deben ser felices.
Me miras fijamente a los ojos y tomas mi mano, me ves paralizado y sigues de igual manera. Sabes lo mucho que he anhelado este momento, sabes lo mucho que puede pasar por mi cabeza en ese instante. Tus ojos penetran mi interior y me pierdo en ellos, siempre me pierdo en ellos. Tu sonrisa me alegra de sobremanera y tus labios me llaman... Y ahí te vas con una sonrisa coqueta, un toque de picarda, dejándome a la intemperie con mi cabeza llena de pensamientos. Nada pasó.
Hace frío, y es una noche joven. Me acompaña una botella de cerveza y un cigarrillo que encontré a medio fumar en el piso. Qué suerte que volví a cargar mi encendedor; en esta soledad hubiese sido imposible encontrar fuego para prenderlo. Me pregunto ¿Quién en su sano juicio bota un cigarrillo al que solo le han dado una o dos caladas?, y sigo caminando. Hace frío y la noche es oscura. Conmigo, la punta brillante del cigarrillo empezando a consumirse nuevamente y la botella la cual se va viendo medio vacía van sin rumbo. Una calada, un sorbo, y dejo salir. Veo como el humo se desvanece en mi rostro; pienso que así deberían desvanecerse mis esperanzas y por mi cabeza pasa un 'Maldita sea, los poetas no deben ser felices, no debería seguir intentándolo'.
La noche es joven y la luna me acompaña. El cigarrillo se va acabando lentamente y mis ganas de seguir adelante se van con él. Ya no queda más cerveza, y de la ira la botella queda destruida en varios pedazos al rededor de mí. No estoy pensando claro... Estoy muy disperso; me siento distraído. Tú me distraes, siempre lo has hecho. La luna me acompaña, y con ella una fuerte llovizna se aproxima. el frío es inclemente. Me hace falta tu calor en forma de abrazos. Me haces falta tú.
La noche dejó de ser joven, ya no hay cigarrillo, ya no hay cerveza, ya no hay felicidad, ya no estás conmigo. Nunca estarás en sí conmigo... me repito nuevamente 'Camilo, deja de intentar buscar esa felicidad, eres poeta, no debes ser feliz'. Y me desvanezco sobre el rodadero del parque al que llegué.
Miro la luna en su punto más alto, con su brillo máximo, rodeada de un montón de estrellas que pensé no vería nunca en esta miserable ciudad llena de contaminación. Alcanzo a sonreír pensando en como la luna me recuerda a tus ojos. Estoy jodido. No debo ser feliz, no debería alegrarme por esas cosas. Lo único que sé es que no te tengo, y lo más probable es que nunca lo haga...
El frío me acaba, y mientras cierro los ojos me repito hasta el cansancio que todo es una ilusión, que no debería ser feliz, que no debería seguir viviendo por ese sentimiento inestable que causas en mí. El frío, el agua en mi rostro, la noche me cubren... Mi celular vibra... Es un mensaje tuyo dónde me dices el cual se me hace borroso por mi situación, sin embargo solo por el hecho que sea tuyo, sonrío. Quizás pueda ser feliz; ¿pero realmente debería serlo?.
jueves, 25 de agosto de 2016
Para mis días de mierda, tú.
Suena el despertador, 6:30 marca el reloj. Siento que tengo suerte de que este viernes entre a las 9. Igual el día va hasta las 6, pero es el día que más sufro, porque la incertidumbre me desalienta. No sé si veré la sonrisa a la que estoy acostumbrándome diariamente. Quizás hoy no te vea, pero... sé que si lo hago habrá valido la pena cada maldito segundo de espera desde la última vez que vi esa sonrisa... porque al final, lo único que me hace realmente feliz y me hace sentir completamente bien es tu sonrisa, es tu mirada; eres tú.
Solo espero, que para más días de mierda, estés tú.
sábado, 20 de agosto de 2016
Noches atrás.
¿Recuerdas también como en esas noches, solía quitarme la chaqueta, o el buso que estuviese usando para ponértelo encima, y posteriormente recibir cantidades incontables de abrazos de tu parte? ¿Recuerdas esa noche en la que te enojaste conmigo y no me recibiste el buso que llevaba? Igual me lo quité y te lo puse encima. Sé que te lo quitaste y lo dejaste en el piso... Esa fue una noche muy fría, jamás olvidaré ese 'Camilo, abrázame'.
¿Recuerdas ese último beso en ese parque? Los dos echados en el pasto, yo como siempre viendo la luna, intentando no pensar en que era nuestra última noche juntos. Tú, ansiosa, nerviosa y con sentimientos encontrados, estabas muy feliz porque cumplías un sueño, pero no te sentías del todo cómoda porque acabaríamos lo nuestro. 'Camilo, abrázame... y no me sueltes nunca'. Entre mis brazos todo se fue desvaneciendo lentamente. No existía ni frío, ni luna, ni estrellas. Solo tu y yo... Solo existíamos tu y yo en ese instante.
Esas noches atrás... que tanto anhelo repetir. Abrazándote, besándote, y siendo feliz a tu lado, bajo la luz de la luna.
miércoles, 6 de julio de 2016
Eversong.
martes, 21 de junio de 2016
Y pensé...
Me anunciaste tu partida, y lo primero que hice fue lamentarme. Todo fue un vivo retrato de hace 4 años, cuando me dijiste que tenías que irte de la ciudad, que tus padres habían conseguido un mejor empleo, pero debían vivir a más de 500km de donde nos encontrábamos. La distancia era horrible, y pese a que lo intentamos, sufrimos mucho... Yo en especial, sufrí porque me di cuenta que fui un idiota (como siempre), y en ves de pensar en mantener esto vivo, debí pensar en aprovechar y hacer inolvidables los últimos.
Hace dos años volviste, después de tu larga ausencia, el ver tus ojos azules y tu hermosa sonrisa me llenó de vida nuevamente. Habían pasado muchas noches donde no dejaba de pensar en ti, y muchos días en los que privaba mi sonrisa solo por el hecho de que no era para ti. Pese a que al principio las cosas fueron turbias, poco a poco, el sentimiento que nos mantenía volvió a salir a flote, y empezamos a sentirnos como en el pasado. Alegres, emocionados... felices.
Me anunciaste anoche tu partida, nuevamente, y lo primero que hice fue lamentare. Dos, tres, cuatro botellas de cerveza, y una larga noche. Esta vez te ibas por tu cuenta; estudio me dijiste. Comprendo muy bien, las oportunidades siempre son bien aprovechadas por ti. Ya no iban a a ser 500km, iban a ser 8000. No estaba listo para este golpe, sobretodo con la confianza que tomé al verte regresar. Ahora no me imagino un día sin oír tu voz, una semana sin llevarte de la mano para posteriormente perderme en tu mirada. No me imagino una tarde sin que me digas 'Camilo, deja de ser tan bobo', o un 'deja de ser tan idiota'. Realmente no me imagino muchas cosas para cuando te vayas.
Y en cualquier momento partirás, pensé... y pensé y seguí pensando, y volví a caer en el vicio de esperar que el universo arregle mi vida, sentando, mientras haces maletas, mientas piensas en tu futuro. No sé realmente cuantos días me queden, sé que no son tantos como espero, y realmente no estoy haciendo nada más que pensar y sobrellevar la idea con un poco de alcohol... Espero no sea muy tarde, y pueda... podamos aprovechar estos últimos días.
Espero no ser tan imbécil, y un día de estos dejar de pensar. Dejar de pensar para actuar.
viernes, 27 de mayo de 2016
Como la última vez.
miércoles, 18 de mayo de 2016
Distancia.
Hoy soy victima de la distancia,que nos separa. Quizás al final, todo fue una simple ilusión y esos gestos de cariño no fueron sinceros... Pero para qué me lamento, si igual, cuando vuelvas te esperaré con los brazos abiertos. Siempre estaré para ti, sentado bajo la luna, con una lata de cerveza en mi mano, esperando que me reproches una y otra vez, y otra y otra que debería acabar con mis vicios. Pero me es imposible cuando mi principal vicio es tu mirada, aquella que por la distancia yace lejos de mí, aquella que hoy me mira con frío e indiferencia.
Hoy soy un fantasma más, hoy no existo para ti. Quizás nunca fui tomado en cuenta realmente y solo me ilusioné de encontrar algo nuevo. Hoy me siento bajo la luna y pienso, detrás de cada sorbo de cerveza, después de cada sorbo de ron barato, como llegué a pensar en que serías diferente conmigo... Sin embargo, sé que me saludarás y volveré a caer como un idiota en tu sonrisa. Aquella sonrisa que hoy es fría, que no me muestra el calor de antes...
Llámame si algún día recuerdas quien soy, si algún día me necesitas... porque por más que el orgullo me pese, siempre tendré mis brazos abiertos a ti.
lunes, 2 de mayo de 2016
Yer Jalan Atthirari Anni
Veo la luna, y no puedo dejar de pensar en ti. Recuerdo tu sonrisa, la más reciente, la que me diste antes de que nos despidiésemos dos días atrás. Recuerdo tu mirada, cálida y serena, como siempre, llenándome de tranquilidad. Me perturba la idea de tener que separarme de estos recuerdos en cualquier momento. Dejar de tener tu mirada y tu sonrisa a mi servicio, tener que separarme de tu piel y soltar tu mano lentamente...
Veo la luna y no sé en que quiero hundirme. Estoy al lado de dos pozos. Uno tiene tu nombre, y en el cartel que lo presenta se alcanza a leer un 'jamás lo lograrás', el otro, sin embargo, a dos pasos de distancia y con un cartel mucho más legible pone 'jamás lo intentaste'. En esta fría noche estoy entre ambos pozos. Tu nombre ahí enfrenta mi razón, al paso que voy, enloqueceré. Camino erraticamente entre los pozos, en ambos veo el reflejo de la luna, la cual me llena más de dudas.
Mientras camino, pienso en como podría ser un futuro, como podría condicionar mi presente. Mientras camino de un lado a otro, solo pienso en ti, pienso en tu mirada, en tu sonrisa, en la suavidad de tu piel, en la silueta de tu cuerpo, en el dulce de tus mejillas, en el calor de tu corazón...
Mientras camino, la torpeza me gana tropiezo de cara a uno de los dos pozos... Sin alcanzar a leer cual comienzo a hundirme, lentamente, ahogándome bajo la luz de la luna.
Luna de mi vida... déjame ahogarme... en ti.
jueves, 28 de abril de 2016
Sin rumbo.
sábado, 23 de abril de 2016
Vacío
Hoy han pasado qué... ¿4 meses?... quizás un poco más, el tiempo dejó de tener sentido para mí. Poco a poco fui pasando a un lado. Después de esa noche, donde me perdí en tu mirada y quedé profundamente enamorado, empezaste a jugar conmigo, hasta el punto que entendí que era perjudicial seguir atrapado a tu mirada. Cada día que pasaba te alejabas más y más... No sabía cual dolor elegir, si el de perderte, o el de tenerte sabiendo que realmente no me querías. Quería luchar por estar contigo, pero... Aun duele.
Estoy nuevamente bajo la luz de la luna.Veo tus ojos en ella, veo tu sonrisa en ella, y lo que más quisiera en este momento, es ver esa luna, que tanto me recuerda a ti, tomando tu mano. Me duele admitirlo, más porque sé que es idiota, pero te extraño... sin ti, poseo un gran vacío. No sé porque tengo la esperanza de que si lo intento, algún día, te haré cambiar de opinión...
martes, 12 de abril de 2016
Suspiro
Al final, entre suspiros, pienso como cada minuto me vas importando más y más, hasta el punto en que comencé a depender de tu sonrisa para ser feliz... de la misma forma me encantaría depender de tus besos para saber como amar-te. Cada suspiro que me da al pensar en ti, no es más que un poco de mi alma saliendo de mi cuerpo, para buscar entrar a tu corazón. Cada suspiro que me da al pensar en ti no es más que un pequeño lamento por la distancia que nos separa... así estemos juntos.
Cada suspiro que me da, suele ser porque estoy pensando en ti, pero llegará un momento, en que me regales tu más hermosa sonrisa, y esa sonrisa reunirá todos esos suspiros, regresandome el alma al cuerpo y confinandome en un enamoramiento quizás eterno. Ojalá, pase pronto.
jueves, 7 de abril de 2016
Tranquilidad
He entendido con el tiempo que lo importante realmente es aprovechar cada ocasión que se tiene cerca a dicha persona, por más mínima que sea. Así como lentamente me fui dando cuenta que un abrazo o una mirada, valen en ocasiones muchísimo más que un beso o una caricia. Al final, el tiempo sigue pasando y me sigue enseñando cosas, mientras tranquilo, en mi sofá, veo como este pasa, a veces muy, muy lento, y otras demasiado rápido.
Quizás nunca te vuelva a tener entre mis brazos, y quizás tus labios nunca vuelvan a rozar mi piel. Quizás te diste cuenta con el tiempo, que no valía la pena esperarme, quizás porque no te diste cuenta de que yo si lo estoy haciendo. Me encantaría saber que piensas, qué te ha dado el tiempo, qué te ha quitado, y que te puedo dar yo. La vida se compone en pequeños lapsos de tiempo que están pasando lenta y rápidamente... Ahora bien, quisiese que tu fueses aquel dilatador temporal que hace que un instante a tu lado se torne como 5 largas vidas. Que aquellos abrazos de menos de 3 segundos se conviertan en abrazos que ven nacer y morir estrellas.
Y hoy, una fría noche de jueves, me encuentro esperando, esperándote, porque no sé si algún día vuelvas, quizás en forma de un 'te extraño' quizás en forma de un 'te amo'.
miércoles, 6 de abril de 2016
Misterio.
miércoles, 30 de marzo de 2016
Déjame estar entre tus brazos.
martes, 29 de marzo de 2016
Devastado
Hoy la tristeza me atormenta, es que en el último beso que te dí, sentí como te alejabas de mí. Mientras más cerca estábamos físicamente, más lejos estaba tu corazón del mío acabando todo lo que en algún momento construimos. Dime mi amor, ¿cuándo pasó? pero... no me digas qué, porque las causas me atormentarán toda la vida. Hoy estoy devastado, quizás no estaba preparado para esto, quizás me golpeó de un momento a otro. Hoy ya no estás, pero sigues a mi lado. Me dejas lentamente mientras tomas mi mano, y te desprendes de mi con cada beso que me das.
No puedo evitar centrarme en tu mirada. Cuando estas distraída vuelvo a ver la inocencia y la serenidad, el cariño y la ternura, la hermosa niña de la que me enamoré, pero basta con que me enfoques para que todo eso se pierda en tu pupila. Intentas esconderlo sonriéndome, piensas que así todo estará bien entre ambos, pero tu sonrisa no esconde completamente tu mirada, y aunque no lo sepas, yo sé que estamos más lejos de lo que nunca estuvimos, así tu mano llegue a la mía y tus labios se junten con los míos...
No puedo evitar pensar en tu mirada, la primera que me regalaste, la que me cautivó, la que me enamoró... Ojalá, ojalá, ojalá, algún día vuelva a verla.
viernes, 25 de marzo de 2016
Nubes.
Hoy me siento, y sigo viendo las nubes, como sin pena, sin miedo alguno van y se posan al rededor de la luna, como si estuviesen danzando para ella, y esto solo me recuerda a tus abrazos... Más bien, a mí abrazándote, porque como si tu fueses mi luna, me encantaría bailar y buscar el mejor angulo entre tu cintura, agarrarte y nunca soltarte. Me encantaría quedarme a tu lado para siempre, protegerte y amarte durante un tiempo muy muy largo. Me encantaría en ocasiones dejarte descubierta para que irradies a los demás con tu belleza, y luego apoderarme de ella lentamente, causando celos a quien no te puede tener.
Aunque, simplemente me encantaría estar a tu lado y poder abrazarte. Eso me llenaría el corazón completamente.
domingo, 20 de marzo de 2016
Insomnio.
Las relaciones son un tanto extrañas, y no creo que sigo sin entender porque la nuestra giró tan drásticamente y pasamos de noches donde tu cuerpo abrigaba el mío, a noches donde tu cuerpo, lejos, aceptaba que momentos así, efímeros, no volverían. Creía que todo estaba bien. Miraba tu dulce sonrisa, y tu tierna mirada, con esos ojos color café que despertaban algo en mí, y con beberme el color de tus ojos encontraba la energía suficiente para salir adelante, para ser mejor persona, para nunca decepcionarte. Realmente nunca supe cuando fue que te fallé, sin embargo ya no estás aquí. Tu cuerpo está a unas cien cuadras de distancia y el frío que siento no me lo puede quitar nada.
Recuerdo, hace 2 meses, me invitaste a ver películas en tu casa. Tenías todo un cuarto preparado, donde una cama grande, una botella de gaseosa, y muchas cosas que se veían provocativas -además de ti- daban píe a una velada maravillosa, algo que no decepcionó. Esa noche fue mágica. Entre escena y escena la película fue pasando, y nuestros corazones fueron encontrando paz el uno con el otro.
Esa noche no me dejaste ir, eran las 2 de la mañana y decías que irme a mi casa sería muy peligroso, alistaste un colchón y lo pusiste al lado de mi cama. Fui muy inocente pensando que dormiría solo. Cuando estaba conciliando el sueño, te sentí, sabías que en el colchón solo cabía yo, pero igual estabas en el piso, abrazándome. Hice todo mi esfuerzo para que el espacio de ese pequeño colchón colaborara con nuestra causa, y terminaste sobre mí, durmiendo en mi pecho, mientras te abrazaba desde la cintura y sentía tu cabello en mi cara. No importaba, te veías muy tierna, muy dócil, muy hermosa. Ahí me di cuenta que estaba enamorado. Me di cuenta que uno realmente se enamora cuando ve el estado más frágil de aquella persona por quien siente interés. En ese momento solo pensaba en abrazarte, en protegerte y en nunca dejarte ir.
Han pasado dos largos meses desde eso...
Hoy no puedo dejar de pensar en eso, noche tras noche, extraño tu sonrisa, extraño tu mirada, tus dulces ojos cafés, extraño verte reír y verte en estados de paz. Hoy es otra noche más donde me gana el insomnio.
jueves, 17 de marzo de 2016
La luz de tus ojos.
sábado, 12 de marzo de 2016
Some Words.
Mientras esperamos sentados en el andén, aparecen lentamente las sombras del pasado, riéndose de nosotros sin empatía alguna, infundándonos terror del futuro que se acerca. Hoy quizás sea un día diferente, últimamente me he sentido más feliz que de costumbre, antes pensaba que la tristeza no se iría, no puedo pensar más hoy que jamás volverá, a través del tiempo que a tu lado he pasado.
viernes, 11 de marzo de 2016
El día en que volví a escribir.
Al final, cuando nuestras manos vuelvan a juntarse y sienta el calor de tu piel, entenderé que la vida es caprichosa, quizás tanto como tú lo eres y nos juega de forma tal que no logramos comprender la realidad que vivimos. Daría muchísimo por entender como funciona esto, quisiera también entender como funcionas tú... Me encantaría saber como manejar mis tiempos contigo y así mismo como ser y como tratarte. Me gustaría saber si tus besos son reales, o tan solo son ilusiones, me gustaría saber si tus caricias son verdaderas, o solo son impulsos que tienes. Al final, me gustaría saber que tanto me quieres, y cuanto dejarás que te quiera.
Por momentos, cuando estoy a tu lado espero que el tiempo se prolongue y esos pequeños instantes amplíen su longitud y se tornen eternos, sin embargo, a veces estás a mi lado, pero no estás y esos pequeños instantes de tiempo se tornan más largos, cuando realmente me gustaría que fuesen muy cortos, o nulos. Por otros momentos, estás lejos y te extraño, y daría muchas cosas por tenerte a mi lado, pero por otros, estás lejos y veo que estás mejor sin mí.
No sé que pensar, quizás tu oscura mirada me nubla, y tus suaves besos me perturban un poco. Tus caricias me desquician y tu sonrisa terminó enloqueciéndome... Espero que todos estos síntomas no me lleven a la enfermedad terminal que conocemos como 'amor'.
domingo, 7 de febrero de 2016
Hola, mi amor.
Por circunstancias de la vida esa etapa fue acabándose y después de un tiempo terminamos más lejos de lo que jamás pudimos haber imaginado. Quizás fueron 3 o 4 años alejados, sin embargo, seguías siendo uno de los recuerdos más fuertes en mí. Contigo viví experiencias únicas y aprendí muchísimo sobre algunas cosas. Eres algo que no puedo desligar de mi corazón tan fácilmente.
En esos 3 años largos, conocí a muchas personas, viví otras experiencias, sin embargo seguía faltando esa chispa que le dabas a mi vida. Cuando estábamos juntos algo mágico rodeaba nuestras existencias. Llegué a un punto donde comencé a negar ese pasado, pues empecé a pensar que recordarte todo el tiempo comenzaría a ser perjudicial para mi salud mental.
La vida me jugaba buenas y malas pasadas, buenas en su mayoría, tuve momentos de alegría y tristeza, sin embargo, jamás pensé que me haría jugar con mi cabeza, después de verte sentada, esperando el bus, donde teóricamente siempre lo tomabas, donde prácticamente nunca te vi. Eso me tomó por sorpresa, no sabía que hacer, no sabía como actuar. Los nervios se apoderaron de mí, y el hecho de pensar en todo lo que podía pasar llenó mi cuerpo de ansiedad.... Fui afortunado pues cogiste rápidamente el bus y no me viste.
Desde ese día camino un poco más lento, esperando el momento en que la valentía vuelva a mi cuerpo y sea capaz de verte a los ojos y deicrte 'Hola, mi amor, jamás logré dejar de pensar en ti', sin que me importe como sea lo que ocurra en un futuro instantaneo.