sábado, 31 de diciembre de 2016

Carta al 2016

Hace muchísimo no hacía esto. De hecho, en principio la idea es que fuese para mí una especie de 'ritual' cada final de año... sin embargo el final de 2014 fue el inicio de quizás uno de los peores años que he vivido, y por allá, a finales de 2015 llevaba varios meses sin escribir por lo cual no se me pasó por la cabeza. Este tipo de cosas siempre le servirán al Camilo del futuro de una u otra manera. Cuando escribí el del 2013 escribí con mucha seguridad, pensé que era muy maduro y todo eso, pero hoy que me leo, 3 años después me doy cuenta lo idiota que era, espero eso pase la próxima vez que lea esto.

Comenzando el año tuve muy buenas expectativas, puesto que salía de ese año tan horrible como lo fue 2015. Empezaba de nuevo, quizá no desde cero, pero sí con muchísima actitud. Los primeros meses fueron muy calmados, y me di cuenta que la soledad que padecí el año anterior era muy superficial, sobretodo teniendo tanta gente rodeándome. Poco a poco me fui dando cuenta que mis verdaderos amigos siempre habían estado ahí todo el tiempo, y que aquellas amistades que nacieron en años anteriores se iban a fortalecer más y más. En cuanto a mis relaciones sociales este fue un año excelente; solidifiqué mi circulo social de confianza y encontré grandes amigos con los que sé que puedo contar. Así mismo mantengo mis vínculos con quienes compartí en el colegio, ya 3 años después de salir de. Viejos amores que volvieron en forma de muy buenas amigas, y relaciones que pensaba estaban deterioradas mejoraron con el paso del tiempo. Nuevas caras frecuentes a quienes podía regalarles una sonrisa y parte de mi confianza, y viejas caras que viajaban lejos para mantener un contacto virtual. Si bien, también hubo amistades que se perdieron o simplemente se olvidaron, el balance fue realmente positivo este año.

Quizás la amistad fue la parte más fuerte de mi 2016. ES algo que yo valoro muchísimo y me esfuerzo demasiado por no perder, o por hacer prevalecer. En cuanto al amor todo fue un poco diferente. Éste año entré con miedo a sentir cosas por alguien, por lo que en años anteriores fue una de las cosas que más me debilito. Poco a poco fui dándome cuenta que por más que uno quiera, esas experiencias llegan solas, aunque uno no tenga las de ganar. Así tuve dos grandes experiencias, una muy larga y desgastante, y otra un poco corta, pero de igual manera desgastante. A ambas les rescato cosas, sobretodo porque me di cuenta que puedo ir más allá siendo yo, pero la verdad me hubiese gustado llegar un poco más allá y hacer perdurar esos momentos un poco más, sabiendo que pude dar más de mi. El hecho de haber estado con las únicas dos personas que realmente me llamaron la atención en todo el año, de una u otra manera, me hace sentir feliz. Siempre hay que rescatar esas pequeñas cosas que te dejan las personas.


Más allá de mis relaciones sociales mi vida personal fue un poco complicada. Este año en teoría terminaba mi recuperación de rodilla, y supuestamente todo volvería a la normalidad. Sin embargo cuando el doctor me dijo 'No creo que sea prudente que vuelva a jugar baloncesto' una parte de mi vida se desborono lentamente. Gracias a eso empecé a montar mucho más cicla, y encontré un nuevo amor en ella, sin embargo el sinsabor que me deja no poder practicar seriamente lo que más amo es demasiado denso. Creo que seguí tocando batería de igual manera que en años anteriores, si no es que un poquito más, por lo cual me siento más feliz por eso.
En el estudio sufrí varias crisis por el hecho de haber siempre sido un 'vago con suerte' (como diría alguien a quien quiero mucho), sobretodo cuando me di cuenta que no siempre puedo ser bueno en todo lo que hago sin esforzarme al menos un poco.

Si bien este año fue generalmente bueno, quizás en parte por lo malos que fueron para mí los dos anteriores, aprendí muchísimo y siento que crecí como individuo. Escribí más que el año pasado, me relacioné con más gente, tuve más momentos de felicidad, recuperé viejas mañanas y fui feliz, que creo que al final es lo importante. No me queda más, que darle las gracias a este año (así como los idiotas que saludan meses o despiden semanas). Gracias.

miércoles, 28 de diciembre de 2016

Cuando la inspiración se va.

Espero esto sea breve, como lo que ocurrió entre nosotros. Es muy raro, porque no sé que hiciste para que yo cayese en este estado; para que yo volviese a escribir con inspiración. Es gracioso, inspirarme es una cuestión un poco complicada. La verdad no suelo escribirle a quien deseo solo físicamente, en palabras más cortas, no le escribo a lo que me quiero comer. Quizá eso sea muy idiota de mi parte, ya que este medio podría ser muy útil para algo carnal... al fin y al cabo las palabras bonitas y bien organizadas son las que lo llevan a uno a lugares que jamás se piensan, y preguntas curiosas con un doble sentido un tanto poético podrían dar pie a cualquier maricada.

Ya hoy solo me queda desahogar la última gota de inspiración que yace bajo tu nombre. Esa última sonrisa que aún recuerdo y el último beso que jamás debimos darnos. Todo eso me llenó de inspiración, de felicidad y de muchísimo sentimiento. Tanto así que aún podría escribir sobre eso.
Ya hoy solo me queda despedir ese recuerdo del que aún me aferro y soltarme de todo lo que en algún momento me brindó una felicidad banal. Al final lo que más me llenó de toda la experiencia fue esa pequeña frase sobre la felicidad. Como se va de la nada, por su misma esencia. Ya hoy solo me queda seguir adelante, esperando y buscando quien llegue a mi vida a brindar inspiración.

martes, 13 de diciembre de 2016

Recuerdos

¿Recuerdas Lorena, la primera vez que nos vimos en el parque para jugar baloncesto? Yo sí.... Llegaste vestida para la ocasión. El uniforme acentuaba de gran manera tus curvas, y el hecho de que en algunos momentos nos enfrentáramos, me permitió admirar tus ojos verdes, eso cuando tu cabello negro no los tapaba. Recuerdo que jugamos unas 3 horas, entre risas y jugueteos que ahorita me parecen absurdos, pero que en ese momento eran muy lindos. Salimos de ahí para tu casa, a 'tomar algo'. Fue una tarde muy linda, aún tengo muy sólido el recuerdo de tus ojos frente a mí. De ellos cerrándose para culminar en un beso. De una película en el fondo y un poco de calor en el ambiente. De un vaso de jugo de mora y un beso tímido de despedía, que pedía que nos quedáramos mucho más en ese instante.

¿Recuerdas Alejandra, aquel viaje de más de 4 horas en bus? Yo sí... No nos conocíamos de la nada, pero gracias a un amigo, que también conocí en ese viaje empezamos a hablar. Nos dimos cuenta muy rápido que teníamos muchas cosas en común. Fue un viaje muy charlado, muy relajado, muy bacano contigo. Llegamos a un hotel y empezamos a buscarnos de a poquito. El Karaoke en esa noche jamás lo olvidaré. Mientras yo intentaba ver esa pantalla, te buscaba con la mirada para recibir una hermosa sonrisa. Tus ojos verdes me llamaban y tu cabello dorado se veía un poco rojizo por las luces del lugar. Terminamos ahí para posteriormente escaparme de mi habitación para buscarte. Valió la pena la caminada por cada beso que recibí, por cada caricia que pude dar y obtener. ¿Recuerdas el viaje de regreso? Esas son otras 4 horas largas que espero nunca olvidar.

¿Recuerdas Sofía, la primera vez que nos vimos en ese centro comercial? Yo sí... Era la primera vez que salíamos juntos. Llevábamos hablando ya muchísimo tiempo, pero las cosas nunca se nos dieron rápido. Llegaste con una camisa de cuadros roja y con una sonrisa muy muy tímida me recibiste un abrazo. Me disculpé y todo porque sentí que te incomodaba, pero me pediste otro. Creo que eras un poco feliz entre mis brazos. Esa tarde fue muy agradable. Comimos helado, dimos un montón de vueltas y hablamos... hablar siempre es muy lindo. Cuando te dejé en tu casa recibí algo que no esperaba. Te empinaste y me diste un beso muy tímido, para luego empujarme y decirme que era un idiota por ser 'tan lindo'. Nunca entendí bien eso, pero hasta el día de hoy me sigue haciendo sonreír.

¿Recuerdas Luisa, aquella feria del libro donde me robaste mi gorro y paseaste con él toda la tarde? Yo sí...  Nunca pensé que aceptarías salir conmigo en un principio. Habíamos hablado muchísimo ya, pero veía la edad como una barrera. Me llevabas un año largo, y no me sentía muy seguro de estar haciendo las cosas bien. Nos vimos cerca a tu casa para tomar un bus juntos. Fuimos hablando de cómics y series en ese bus, la gente nos miraba un poco extraño por lo ruidosos que llegamos a ser. Llegamos a la feria y revisaste mi maleta, te diste cuenta que tenía un gorro un poco geek. Yo te dije que era lo que iba a usar, pero que si te daba pena pues no lo hacía... en eso me lo quitaste y lo llevaste todo el día. Recuerdo que era muy lindo verte con ese gorro, y tu cabello rojo sobre tus pechos ayudaban a que yo acentuara esa imagen en mi cabeza. Esa imagen tuya, con un gorro geek, sonriéndome solo por ser el yo de siempre me llena muchísimo, teniendo en cuenta todo lo que llegué a pensar antes de invitarte a salir. Recuerdo cuando en el bus de regreso antes de bajarte me diste un beso rápido y me sacaste uno de los cómics que compré ese día. Espero aún lo conserves.

Todos estos recuerdos me han forjado y me llenan de alegría, pero tristemente esto es solo pasado. Y de éste toca aprender. A futuro lo momentos no siempre serán buenos, como en el pasado tampoco lo fueron todos, pero la idea es siempre guardar las cosas buenas que dejan las personas en la vida.

lunes, 5 de diciembre de 2016

Una nueva forma de ver el mundo

Aun recuerdo cuando llegaron a mí, quizás en uno de mis mejores momentos se adaptaron poco a poco a mi ser. Yo aún era el yo que siempre he puesto en un pedestal, y en ningún momento pensé que dependería tan fuertemente de ustedes en algún momento. Apenas llegaron me golpeé muy fuerte, tanto así que cada que podía las escondía. No dejaba que me viesen con ustedes... Pero sí, uno es estúpido y se da cuenta que las necesita cuando menos lo espera, y sin pensarlo mucho, me di cuenta que eran imprescindibles para mí.

Estaban ahí cuando empezó mi cambio, el que me haría pensar que podía ser mejor persona y podía remediar todos los males de mi pasado. Fueron una gran parte de éste cambio, pues fueron fuertes participes de ésto. Con ustedes en mí el mundo se veía de otra manera, a veces más oscura, pero mucho más nítida.

De octubre de 2013 a diciembre de 2016. Casi queda justo en el tiempo donde mi cambio empezó y sin previo aviso fueron las únicas que estuvieron para mí todo ese tiempo. Vivieron conmigo un año de mierda como lo fue el 2015 y dos grandes años de conocimiento personal como lo fueron 2014 y 2016. Terminaron junto a mí una de las etapas más lindas, y ayudaron a fortalecer ciertos vínculos. Empezaron junto a mí una nueva etapa y me llevaron por perspectivas que antes no imaginaba.

Momentos duros, momentos alegres. Muchas veces impidieron que robara un beso, o se chocaban con otras como ustedes en momentos menos oportunos. Al principio eran una gran responsabilidad, luego me di cuenta que así no tuviese el mejor trato, siempre estarían ahí. Muchas veces me salvaron de una mala mirada y muchas otras fueron objeto de cumplidos. Algunas veces fueron parte de conflictos y otra una buena excusa para evitar hacer algo.

Narrar anécdotas, situaciones o momentos donde son relevantes sería algo que me llevaría mucho tiempo, hoy son algo que trascienden y al irse dejan un pequeño vacío en mí. Uno que debe llenarse con un cambio, que ojalá sea para bien.

Hasta el futuro, lentes míos.

Hasta un futuro que nunca se dio.

domingo, 27 de noviembre de 2016

Efímero.

Lee ésto de la forma en que más te plazca. A mi, en lo personal me gustaría hacerlo con una buena cerveza y un cigarrillo encendido. Leer esto sentado en un andén, o en un balcón sería lo ideal, viendo los carros pasar mientras pienso con calma, letra por letra, párrafo por párrafo intento entender cual es el trasfondo de ésto.

Aveces sólo el fuego de una vela, o la luz de la luna bastan para generar tranquilidad en una persona, a veces simplemente una sonrisa especial. Cuando todo lo que puedes considerar romántico y en cierta manera te llena como individuo se junta dejas de ver el mundo como lo ves siempre. Dejas de ver números por todos lados, y la razón pasa a un segundo plano. Como el Quijote enloquecido estaría yo, buscando de cualquier manera hacer que ese instante de locura fuese eterno. Tu, la principal culpable.

Un día todo volverá a la normalidad y la locura desaparecerá. El sentimiento mágico que nos saca de la realidad se irá desvaneciendo y poco a poco aterrizaremos de nuevo a una realidad, que muchas veces vemos como cruel, pero tan solo es muy real. Felicidad, lo más fuerte que podemos sentir y lo más alto que podemos llegar, pero uno tiene que aprender que la felicidad no es permanente y que es felicidad en sí por lo efímera que es. Eso es lo bonito de ella.

Realmente me pregunto si vale la pena sufrir tanto para ser feliz... pero es que en sí, primero debo pensar si realmente estoy sufriendo. Es decir, quizá todo sea algo que únicamente está en mi cabeza. Esa locura que transgrede mi ser y afecta de diversas formas mi forma de ser. Cuando tengo que dejar de pensar en mí, y empezar a pensar en las situaciones que me rodean, cuando sufro por no poder hablarte o verte o besarte o tenerte, no porque no quiera intentarlo, sino por la prudencia que necesito mantener. ¿Realmente vale la pena dejar mi mundo en la cabeza de un alfil para llegar a la punta de éste en forma de un beso tuyo?

Aún así sin más, felicidad suele haber por todos lados, pero al ser tan efímera no nos damos cuenta de que esta ahí. Solo notamos su ausencia y solo nos preocupa eso, más allá de cualquier cosa. La felicidad llega sola, pero llega con ciertos sacrificios. No hay nada más real que el intercambio equivalente. Siempre habrá un precio a pagar, por algo que se quiera, y en este momento no sé que soy capaz de dar por tenerte cerca a mí, porque sé con  total seguridad que a tu lado soy feliz.

jueves, 3 de noviembre de 2016

No volveré al abismo.

¿Recuerdas aquella fría noche de octubre? Fue hace muchísimo tiempo. Tú y yo, sentados en un andén, viendo los carros pasar, viendo las nubes comerse a la luna lentamente y sintiendo como todo se nos caía encima... Bueno, por lo menos yo sentía que mi mundo se venía abajo, en momento así suelo meterme mucho en mí y realmente no noté que pasaba por tu rostro.

Fue hace muchísimo tiempo, pero recuerdo muy bien todo. Como todo entre sonrisas comenzó de la mejor manera, una tarde, una película que no vimos, algo que parecía ser perfecto hasta que el sol se escapó tras las montañas. El escalofrío que pasó por mi espalda cuando al momento de despedirme me soltaste un 'Espera, hablemos un minuto' es indescriptible.

Tu y yo, sentados en un andén... hablando. Las cosas no eran las mejores entre nosotros, la tarde que vivimos ese día parecía un recuerdo de lo que alguna vez habíamos sido, y como habíamos llegado a estar. Esa noche con un '¿Me perdonarás si la embarro?' me morí. Mi viaje de regreso fue una puta mierda, sin lagrimas, sin expresiones faciales, internamente devastado. Sabía que al día siguiente ya no estarías ahí para mí como lo habías estado durante tanto tiempo.

Duré mucho tiempo en un abismo, vacío, triste y solo. No entendía que me pasaba... Si en algún momento quería algo lo tenía y no debía preocuparme mucho por esas cosas, pero... ya no estabas, ya no quería nada, solo te quería a ti de regreso, solo quería volver algunos meses atrás para verte feliz, conmigo. Duré mucho ahí metido.

Poco a poco muy lentamente y después de muchos golpes fuertes, fui asimilando la situación. Ese abismo se había convertido en mi hogar, y no podía vivir lamentándome todo lo que pasó. Muy lentamente fui encontrando el camino y logré salir de ese abismo. Rocas donde sujetarme iban apareciendo de la nada y encontré de nuevo la tranquilidad. Eras algo más que un recuerdo, una gran experiencia y una gran enseñanza. Tomé todo lo bueno que me diste y seguí adelante.

Apareciste varias veces en ese camino de salida, y aunque al principio fui muy débil, de una u otra manera logré saltarte porque tenía miedo de volver allí. Sentirse solo teniendo tanta gente a tu lado es algo que no le deseo a nadie, y sabiendo como eso puede sentirse mi miedo más grande no es la muerte... es la soledad.

Muchísimo tiempo pasó para darme cuenta que era un hombre diferente.y que al final lo importante del caer en ese abismo fue aprender y lograr salir adelante. Hasta hace poco pensaba que mi vida estaba en un estado tranquilo, feliz y estable... quizás no sea del todo así, pero intentaré con todas mis fuerzas no volver a ese abismo.

domingo, 30 de octubre de 2016

Con la suavidad de un golpe.

Han pasado dos o tres semanas muy largas desde la última vez que te vi. Semanas realmente duras y largas. Cada vez que pienso en ti me haces mucha falta. No sabes lo que daría por estar contigo al menos 20 o 30 minutos al día. No te imaginas todo lo que llegaría a sacrificar por tocarte y sentirme uno contigo una vez por semana... Realmente no sabes la falta que me haces y no espero que lo entiendas..,

Contigo me siento muy tranquilo, siento que el tiempo pasa muy lento, pero a su vez cuando estamos juntos todo es muy rápido. La velocidad, la adrenalina, la energía, todo lo que siento cuando te toco me hace dejar de pensar y de un momento a otro somos uno solo. Tu, yo, mi fiel compañera en buenos y malos momentos. Tu, mi vida, por dónde se me escapan pequeños grandes momentos y por quien soy capaz de evitar cualquier evento.

Quizás no seas perfecta, tanto tu y yo tenemos muchos defectos. Quizás a veces no soy la mejor persona con quien puedas estar y muchas cosas de las que hago pueden dañarte un poco, a veces no soy consiente de eso y termino arruinando las cosas antes de lo esperado. Puede que a veces me vaya sin decir nada y puede que muchas veces pase mucho tiempo entre las cosas que digo, pero siempre vuelvo arrodillado a ti. Básicamente te necesito y eres todo lo que necesito para sentirme bien.

Necesito sentarme de nuevo a tu al rededor, y mediante un par de baquetas liberar todo esto que siento contigo. Cómo extraño tocarte y darle a cada tambor con la suavidad de un golpe. Como anhelo tenerte cerca de nuevo y poder sonreír y sentir dolor a tu lado. Cómo te amo así seas un poco incomprendida y mucha gente te deje de lado. Te amo así seas lo que nadie nunca ve y lo que todo el mundo ignora. Te amo demasiado, batería.

viernes, 28 de octubre de 2016

Palabras de mi cuaderno

((Hace rato no escribía cosas a mano, usualmente todo lo hago espontáneamente en éste blog. Este nuevo post, funcionará como espacio para compartir aquellas cosas que escribo en papel, cosa que estoy retomando))

Días largos con lluvias inclementes,
Inclementes horas las que paso lejos de tu sonrisa,
Sonrisa que alegra y alivia las penas que siento,
Siento que el fin de esto llegará pronto,
pronto no seremos más que dos almas que por casualidad se encontraron,
Encontraron una forma de desprenderse de la realidad indeleble y agonizante,
Agonizante grito desesperado y ruidoso,
ruidoso motor de vehículo veloz,
veloz como un pájaro que surca el cielo,
cielo que se oscurece y se llena de desesperanza,
desesperanza que marchita la vida y lo quita brillo a mis días.


Una larga noche bajo la luna, viendo tu sonrisa, buscando la forma de acercarme más a ti. El humo del café caliente se escapaba a través de las pequeñas ventanas del gran recinto. Yo buscaba escaparme de mi vida a través de tus besos. Rosas tardes se apagaban para dar píe a este magno evento, nubes como algodones y algodones como conejos. Conejos que saltan y corren como si estuviesen muy felices, felices como puedo llegar a estarlo yo cuando me siento a tu lado y tomo tu mano. Mano a mano me encontraba aquel día que fui a visitarte, confrontado con mi existencia y angustiado por la incertidumbre. Nunca pensé que llegaría a quererte tanto.

martes, 25 de octubre de 2016

Luna de sangre.

Rojas noches lunas estando a tu lado,
bajo el manto estrellado de la noche oscura.
Me pierdo soñando en ese beso maldito,
mi vida se pudre completamente en la amargura.

Lunas, estrellas, cielos y universos,
que cantan canciones, ritmos y versos.
Melodía del demonio que tiembla en mi mente,
sonidos agobiantes me vuelven demente.

Son tus ojos, con un verde claro primaveral
y tu dulce piel, blanca, tierna, pura y perfecta, 
lo último que recuerdo yo de esa noche infernal.

Duerme a mi lado, canta junto a mí,
esta prosa sin sentido que llega a su fin.
Despierta conmigo y piensa en quien fui.

Rojas noches lunas pensando en tu sonrisa
bajo la luz de aquel farol que se apaga lentamente.
Despierto sudando, tu sombra a través de la cornisa,
tu silueta desvaneciéndose, angustiosamente.

Lunas, estrellas, cielos y universos,
no puedo evitar sentir el sabor de tus besos,
pasando por mi cuerpo, pasando por mi ser,
me llenas de alegría, esperanza, felicidad y placer.

domingo, 23 de octubre de 2016

Bajo la gran luna.

Mi vida se compone de recuerdos, casi todos felices. Es irónico, me gusta vivir un poco en el pasado porque siento que en el presente no tengo momentos bonitos, sin embargo siempre he pensado lo mismo y aquí estoy recordando un pasado, que en algún momento fue un presente donde no tenía momentos bonitos.

Recuerdo que caminábamos bajo el frío de una tarde extraña, noté mucho frío en tu cuerpo y busqué darte mi buso, para posteriormente abrazarte apenas lo tuvieses puesto. Tu sonrisa... ese pequeño detalle que hace mi vida mucho más alegre. Ésta tarde era extraña porque el cielo no era azul... era violeta. Un cielo muy hermoso, casi tanto como tú estando a mi lado, con una sonrisa muy tierna, tus ojos sobre el cielo, tus manos sobre las mías.

Recuerdo que intentaba caminar un poco lento, puesto quería disfrutar cada instante de tiempo contigo, sin afán, sin nada más que el cielo transformándose sobre nosotros. El violeta comenzaba a oscurecerse y tus sonrisas cada vez eran más pronunciadas, mi alegría era cada vez más real. No sé como, pero terminamos dentro de un bar, de esos a los que uno solo llega por casualidad, hablando, riendo, soñando despierto en mi caso. Estabas al frente mío, tus ojos cafés me cautivaban, mientras tu cabello, negro como la noche, me ofrecía sutilmente acercarme a ti para eventualmente quitártelo de la cara y poder seguir viendo esa sonrisa que lentamente terminaría enamorándome.

Sin noción del tiempo salimos de ese hueco, que dejó de ser un hueco más por 1 hora muy larga, solo por el hecho de que tu y yo estábamos ahí. La oscuridad era aún mayor. Ya realmente era de noche, y tu con mi buso seguías con frío. Lo único que se me ocurrió fue plantarme a tu lado y abrazarte bajo la gran luna... un abrazo de esos que uno da sin ser consciente de que está haciendo, y que esperaría que durase lo que tenga que durar y hasta más. Un abrazo dónde mis labios empiezan a acercarse a los tuyos, pero que antes de llegar a su destino, se cortan por algo más fuerte...

Lo único que se me ocurrió fue dar el primer paso para quedar como un gran idiota. Un abrazo sin beso, una noche con una gran luna, mis manos lejos de las tuyas, una palabra sin terminar y un beso que nunca se va a dar.


sábado, 8 de octubre de 2016

Un cielo estrellado sobre nosotros

Acércate, escúchame un segundo más. No te vayas aún, contempla esta última noche a mi lado. ¿Lo recuerdas?, ¿Recuerdas cuando en la fría noche te acercabas a través de un abrazo, y yo te decía que escucharas mis letras y leyeras mis palabras? ¿Recuerdas esa sonrisa gigante que relucía siempre que sacaba mi libreta y empezaba a escribir, y tú con tu picardía buscabas rayar al rededor, y distraerme? ¿Recuerdas como terminaban esas noches?. Un cielo estrellado sobre nosotros mientras tus dulces besos hacían colapsar todo mi ser. Un cielo estrellado sobre nosotros y una chispa en tu dulce mirada que llevaba a perderme entre los placeres de tu cuerpo. Un cielo estrellado sobre nosotros convirtiendose poco a poco en un amanecer de ensueño.

Acércate, léeme un segundo más. No cierres aún este diario y sigue pasando las páginas, quizás mientras más avances más puedas perderte en él, así como yo me perdí en tu mirada oscura y profunda. Déjame escribirte otro poema, por lo menos un último esta noche, donde pueda hablar de tu sonrisa, de tu piel, de tu cuerpo, del calor que me brindas y de la felicidad única y especial que pudiste dar a mi vida. Yo te dije, que como tú no había conocido a nadie y a futuro me era muy difícil intentar reemplazarte por mi forma de ser. Nadie en mi puta vida me había hecho tan feliz... nadie.

Acércate, mírame por última vez. Yo sé que es difícil, yo soy el principal culpable de que estemos en esta situación, no puedo negarlo. Quiero que veas lo especial que puedes ser y lo mucho que puedes cambiar la vida de alguien, quiero que veas lo feliz que has logrado hacerme. Quiero, antes de que te vayas, que mires mi última sonrisa sincera «Por última me refiero a que la siguiente será en muchísimo tiempo» y te des cuenta que lograste cambiar mi cara de 'Oye Camilo, por qué pareciese que odias al mundo, cambia esa mala mirada'. Me hiciste sonreír por pequeñas estupideces, cositas sencillas, cositas donde estabas tú. Quiero, que esta última noche que estaremos juntos mires mi sonrisa y la guardes como el mejor regalo que pude darte. Quiero que esa sonrisa se pierda en éste cielo estrellado sobre nosotros.

Acércate, perdóname por enésima vez. Siempre intenté ser lo mejor que pude, pero a veces lo mejor no es suficiente para. Puedes irte con total tranquilidad, yo intentaré seguir aprovechando todo lo lindo que me dejaste. Esta noche, solo hay un cielo estrellado sobre mí,

sábado, 27 de agosto de 2016

Los poetas no deben ser felices.

Me miras fijamente a los ojos y tomas mi mano, me ves paralizado y sigues de igual manera. Sabes lo mucho que he anhelado este momento, sabes lo mucho que puede pasar por mi cabeza en ese instante. Tus ojos penetran mi interior y me pierdo en ellos, siempre me pierdo en ellos. Tu sonrisa me alegra de sobremanera y tus labios me llaman... Y ahí te vas con una sonrisa coqueta, un toque de picarda, dejándome a la intemperie con mi cabeza llena de pensamientos. Nada pasó.

Hace frío, y es una noche joven. Me acompaña una botella de cerveza y un cigarrillo que encontré a medio fumar en el piso. Qué suerte que volví a cargar mi encendedor; en esta soledad hubiese sido imposible encontrar fuego para prenderlo. Me pregunto ¿Quién en su sano juicio bota un cigarrillo al que solo le han dado una o dos caladas?, y sigo caminando. Hace frío y la noche es oscura. Conmigo, la punta brillante del cigarrillo empezando a consumirse nuevamente y la botella la cual se va viendo medio vacía van sin rumbo. Una calada, un sorbo, y dejo salir. Veo como el humo se desvanece en mi rostro; pienso que así deberían desvanecerse mis esperanzas y por mi cabeza pasa un 'Maldita sea, los poetas no deben ser felices, no debería seguir intentándolo'.

La noche es joven y la luna me acompaña. El cigarrillo se va acabando lentamente y mis ganas de seguir adelante se van con él. Ya no queda más cerveza, y de la ira la botella queda destruida en varios pedazos al rededor de mí. No estoy pensando claro... Estoy muy disperso; me siento distraído. Tú me distraes, siempre lo has hecho. La luna me acompaña, y con ella una fuerte llovizna se aproxima. el frío es inclemente. Me hace falta tu calor en forma de abrazos. Me haces falta tú.

La noche dejó de ser joven, ya no hay cigarrillo, ya no hay cerveza, ya no hay felicidad, ya no estás conmigo. Nunca estarás en sí conmigo... me repito nuevamente 'Camilo, deja de intentar buscar esa felicidad, eres poeta, no debes ser feliz'. Y me desvanezco sobre el rodadero del parque al que llegué.

Miro la luna en su punto más alto, con su brillo máximo, rodeada de un montón de estrellas que pensé no vería nunca en esta miserable ciudad llena de contaminación. Alcanzo a sonreír pensando en como la luna me recuerda a tus ojos. Estoy jodido. No debo ser feliz, no debería alegrarme por esas cosas. Lo único que sé es que no te tengo, y lo más probable es que nunca lo haga...

El frío me acaba, y mientras cierro los ojos me repito hasta el cansancio que todo es una ilusión, que no debería ser feliz, que no debería seguir viviendo por ese sentimiento inestable que causas en mí. El frío, el agua en mi rostro, la noche me cubren... Mi celular vibra... Es un mensaje tuyo dónde me dices el cual se me hace borroso por mi situación, sin embargo solo por el hecho que sea tuyo, sonrío. Quizás pueda ser feliz; ¿pero realmente debería serlo?.

jueves, 25 de agosto de 2016

Para mis días de mierda, tú.

Suena el despertador. 4:55am, otro lunes más, otra semana más. Los días suelen pasar de 7 a 6, lentos, como tortugas cruzando una avenida. Realmente, todo esto es muy tedioso, hay veces que llego a odiar esta rutina, pero ahí estás tu, con una sonrisa (muy hermosa por cierto) casi siempre al final de mis días. Realmente, estos días de mierda son insufribles. No hay analogías que me hagan poder expresar que tan lento pasan para mí, sin embargo,todo el puto tiempo que espere habrá valido la pena porque al final de este día de mierda estarás ahí, con una sonrisa, quizás solo compasiva... pero al fin y al cabo, una sonrisa, que me llena de alegría.

Suena el despertador, 6:30 marca el reloj.  Siento que tengo suerte de que este viernes entre a las 9. Igual el día va hasta las 6, pero es el día que más sufro, porque la incertidumbre me desalienta. No sé si veré la sonrisa a la que estoy acostumbrándome diariamente. Quizás hoy no te vea, pero... sé que si lo hago habrá valido la pena cada maldito segundo de espera desde la última vez que vi esa sonrisa... porque al final, lo único que me hace realmente feliz y me hace sentir completamente bien es tu sonrisa, es tu mirada; eres tú.

Solo espero, que para más días de mierda, estés tú.

sábado, 20 de agosto de 2016

Noches atrás.

¿Recuerdas esas noches, cuando me acompañabas a aguantar frío en ese parque que quedaba al lado de tu casa? Quizá sea por eso que hoy es difícil que sienta frío alguno. Sabías lo mucho que amaba ver el firmamento despejado, la gran cantidad de estrellas que nos rodea y la luna... la hermosa luna. Lo que no sabías supongo era como amaba ver el reflejo de esa luna llena, brillante a más no poder, en tus ojos, mientras me sonreías y me hacías sentir perdido en tu ser.

¿Recuerdas también como en esas noches, solía quitarme la chaqueta, o el buso que estuviese usando para ponértelo encima, y posteriormente recibir cantidades incontables de abrazos de tu parte? ¿Recuerdas esa noche en la que te enojaste conmigo y no me recibiste el buso que llevaba? Igual me lo quité y te lo puse encima. Sé que te lo quitaste y lo dejaste en el piso... Esa fue una noche muy fría, jamás olvidaré ese 'Camilo, abrázame'.

¿Recuerdas ese último beso en ese parque? Los dos echados en el pasto, yo como siempre viendo la luna, intentando no pensar en que era nuestra última noche juntos. Tú, ansiosa, nerviosa y con sentimientos encontrados, estabas muy feliz porque cumplías un sueño, pero no te sentías del todo cómoda porque acabaríamos lo nuestro. 'Camilo, abrázame... y no me sueltes nunca'. Entre mis brazos todo se fue desvaneciendo lentamente. No existía ni frío, ni luna, ni estrellas. Solo tu y yo... Solo existíamos tu y yo en ese instante.

Esas noches atrás... que tanto anhelo repetir. Abrazándote, besándote, y siendo feliz a tu lado, bajo la luz de la luna.




miércoles, 6 de julio de 2016

Eversong.

El frío a través de mis huesos me despierta, hacia mi izquierda el reloj marca las 5:43 de la mañana, a través de la ventana deslumbro un poco pequeñas gotas de luz que con el tiempo marcarán el día. De las 3 cobijas con las que me había acostado, solo reposaba sobre mí la mitad de la última; la más delgada. Giro hacia mi derecha y te veo, con tu mirada tranquila, llena de paz. Tu dulce piel blanca y tu cabello castaño que con las gotas de luz que entran tiende a verse un poco más rubio tapando aquella mirada de la que me enamoré. 

Me percato que abrazas con mucha fuerza las cobijas que debían acompañarme, además de que tu posición era un poco extraña. Atravesabas transversalmente la cama ocupando gran porcentaje de esta, dejándome en un rincón. Tus piernas sobre las mías, intentando robarme hasta la última pizca de calor que reposa en mi cuerpo. No hay que ser un genio, para darse cuenta que lo que sentías era frío... más que yo quizá. Lo pienso mucho, no quiero incomodarte, más cuando sé que has tenido días difíciles y has descansado poco. Pienso si debería dejarte dormir y resignarme al frío y la incomodidad, ya que igual será solo 1 o 2 horas más, pienso... pienso...

Vuelvo a la izquierda y el reloj ya marca las 5:57. Llevo 15 minutos intentando no moverme mucho, viendo tu rostro tranquilo, pensando en qué sería lo más sensato. De un momento a otro noto que te mueves, es el momento que puedo aprovechar. Logro arrebatarte las cobijas de tus brazos, y mientras tienes movimientos inconscientes de rechazo, logro abrazarte. No sé si por reacción, o por qué pasó, pero hiciste lo propio rodeándome bajo los brazos. Ya no puedo ver el reloj, supongo que marcará las 6 en punto, o las 6:01, ahora solo veo mucha tranquilidad y siento como el frío desaparece mientras mis ojos se cierran lentamente.

La luz que atraviesa la ventana me despierta, no puedo ver el rejol. En frente mío observo tu rosto, tranquilo y en paz, sin embargo noto algo diferente. Tus labios esbozan una leve sonrisa. Una que no veía hace mucho tiempo por lo agobiada que te encontrabas; coqueta y sincera. Permanezco petrificado en esa posición, siento una felicidad enorme dentro de mí. De un momento a otro siento como aprietas mi espalda, y como tus piernas se cruzan más y más con las mías. Tu rostro se levanta lentamente, con una mano te retiras el cabello que tenías en la cara y me observas con esos ojos verdes con los que caí fundido apenas te conocí. Sin decir una palabra te mueves rápidamente hacía a mí y esa sonrisa que tenías se transforma en un beso. Un beso profundo que nos deja pasmados. Como dos estatuas que se hicieron una... 

Giro a mi izquierda y veo el reloj; marca las 9:26. Procedo a levantarme, pero me agarras de la muñeca y me halas de nuevo a la cama. Me susurras que tienes frío, que no me vaya, mientras vuelves a amarrarme en un abrazo. Caigo de nuevo a tu lado, festival de besos y sueño. Lentamente ambos vamos cerrando los ojos.

Despierto repentinamente y veo el reloj, pero ya no me importa que hora es, puesto que contigo a mi lado los segundos llenos de felicidad son horas de éxtasis para mi. Ya no me importa que hora es, porque contigo estaría hasta que termine mi viaje por el bosque de la canción eterna.

martes, 21 de junio de 2016

Y pensé...

Y en cualquier momento partirás, pensé... y pensé y seguí pensando.

Me anunciaste tu partida, y lo primero que hice fue lamentarme. Todo fue un vivo retrato de hace 4 años, cuando me dijiste que tenías que irte de la ciudad, que tus padres habían conseguido un mejor empleo, pero debían vivir a más de 500km de donde nos encontrábamos. La distancia era horrible, y pese a que lo intentamos, sufrimos mucho... Yo en especial, sufrí porque me di cuenta que fui un idiota (como siempre), y en ves de pensar en mantener esto vivo, debí pensar en aprovechar y hacer inolvidables los últimos.

Hace dos años volviste, después de tu larga ausencia, el ver tus ojos azules y tu hermosa sonrisa me llenó de vida nuevamente. Habían pasado muchas noches donde no dejaba de pensar en ti, y muchos días en los que privaba mi sonrisa solo por el hecho de que no era para ti. Pese a que al principio las cosas fueron turbias, poco a poco, el sentimiento que nos mantenía volvió a salir a flote, y empezamos a sentirnos como en el pasado. Alegres, emocionados... felices.

Me anunciaste anoche tu partida, nuevamente, y lo primero que hice fue lamentare. Dos, tres, cuatro botellas de cerveza, y una larga noche. Esta vez te ibas por tu cuenta; estudio me dijiste. Comprendo muy bien, las oportunidades siempre son bien aprovechadas por ti. Ya no iban a a ser 500km, iban a ser 8000. No estaba listo para este golpe, sobretodo con la confianza que tomé al verte regresar. Ahora no me imagino un día sin oír tu voz, una semana sin llevarte de la mano para posteriormente perderme en tu mirada. No me imagino una tarde sin que me digas 'Camilo, deja de ser tan bobo', o un 'deja de ser tan idiota'. Realmente no me imagino muchas cosas para cuando te vayas.

Y en cualquier momento partirás, pensé... y pensé y seguí pensando, y volví a caer en el vicio de esperar que el universo arregle mi vida, sentando, mientras haces maletas, mientas piensas en tu futuro. No sé realmente cuantos días me queden, sé que no son tantos como espero, y realmente no estoy haciendo nada más que pensar y sobrellevar la idea con un poco de alcohol... Espero no sea muy tarde, y pueda... podamos aprovechar estos últimos días.

Espero no ser tan imbécil, y un día de estos dejar de pensar. Dejar de pensar para actuar.

viernes, 27 de mayo de 2016

Como la última vez.

Arrástrate a través de mi pecho... como la última vez.
Mírame fijamente y atraparme con tu mirada.
Busca mis manos y hazme sentir tu piel.
Déjame perder la conciencia con un beso... como la última vez.

Quiero soñar nuevamente a través de tu mirada, quiero vivir eternamente en el calor de tus besos, esos que ya no están... Quiero volver a estar a tu lado, bajo la lluvia, bajo la luna, con frío, con miedo, esperando a que me liberes de todos los males que me atormentan... como la última vez.

Quiero seguir componiendo poesía barata para ti, mientras me reprochas sobre mis problemas con el alcohol y el cigarrillo. Quiero que te preocupes nuevamente por como voy a estar o cómo me voy a sentir después de cualquier cosa que hagas. Quiero que me digas que me quieres y me des un abrazo, de esos que me hacían olvidar todos mis problemas... como la última vez.

Quiero que me cachetees las veces que sean necesarias para reaccionar, y que me digas que no soy un idiota y puedo afrontar los problemas solo. Quiero que me digas que no dependo de nadie, más que de mi mismo, mientras tomas mi mano y me haces sentir que contaré contigo toda mi vida. Quiero tenerte a mi lado y ver tu hermosa sonrisa... como la última vez

Cómo la última vez que nos vimos, y que me dijiste que jamás te irías de mi lado. Cómo la última vez que me dijiste que me querías; como la última vez que sonreíste por mi culpa... y como aquella en la que te hice llorar. Cómo la última vez que salimos y nos olvidamos del resto del mundo... ámame como aquella última vez.


miércoles, 18 de mayo de 2016

Distancia.

Llámame cuando me necesites, llámame cuando me recuerdes... si algún día lo haces.

Hoy soy victima de la distancia,que nos separa. Quizás al final, todo fue una simple ilusión y esos gestos de cariño no fueron sinceros... Pero para qué me lamento, si igual, cuando vuelvas te esperaré con los brazos abiertos. Siempre estaré para ti, sentado bajo la luna, con una lata de cerveza en mi mano, esperando que me reproches una y otra vez, y otra y otra que debería acabar con mis vicios. Pero me es imposible cuando mi principal vicio es tu mirada, aquella que por la distancia yace lejos de mí, aquella que hoy me mira con frío e indiferencia.

Hoy soy un fantasma más, hoy no existo para ti. Quizás nunca fui tomado en cuenta realmente y solo me ilusioné de encontrar algo nuevo. Hoy me siento bajo la luna y pienso, detrás de cada sorbo de cerveza, después de cada sorbo de ron barato, como llegué a pensar en que serías diferente conmigo... Sin embargo, sé que me saludarás y volveré a caer como un idiota en tu sonrisa. Aquella sonrisa que hoy es fría, que no me muestra el calor de antes...

Llámame si algún día recuerdas quien soy, si algún día me necesitas... porque por más que el orgullo me pese, siempre tendré mis brazos abiertos a ti.

lunes, 2 de mayo de 2016

Yer Jalan Atthirari Anni

Veo la luna, y no puedo dejar de pensar en ti. Recuerdo tu sonrisa, la más reciente, la que me diste antes de que nos despidiésemos dos días atrás. Recuerdo tu mirada, cálida y serena, como siempre, llenándome de tranquilidad. Me perturba la idea de tener que separarme de estos recuerdos en cualquier momento. Dejar de tener tu mirada y tu sonrisa a mi servicio, tener que separarme de tu piel y soltar tu mano lentamente...

Veo la luna y no sé en que quiero hundirme. Estoy al lado de dos pozos. Uno tiene tu nombre, y en el cartel que lo presenta se alcanza a leer un 'jamás lo lograrás', el otro, sin embargo, a dos pasos de distancia y con un cartel mucho más legible pone 'jamás lo intentaste'. En esta fría noche estoy entre ambos pozos. Tu nombre ahí enfrenta mi razón, al paso que voy, enloqueceré. Camino erraticamente entre los pozos, en ambos veo el reflejo de la luna, la cual me llena más de dudas.

Mientras camino, pienso en como podría ser un futuro, como podría condicionar mi presente. Mientras camino de un lado a otro, solo pienso en ti, pienso en tu mirada, en tu sonrisa, en la suavidad de tu piel, en la silueta de tu cuerpo, en el dulce de tus mejillas, en el calor de tu corazón...
Mientras camino, la torpeza me gana tropiezo de cara a uno de los dos pozos... Sin alcanzar a leer cual comienzo a hundirme, lentamente, ahogándome bajo la luz de la luna.

Luna de mi vida... déjame ahogarme... en ti.

jueves, 28 de abril de 2016

Sin rumbo.

No sé donde estoy parado... La vida me trae jugadas que no espero, y el afán no me deja jugar bien mis cartas. Pensé que lo lograría... realmente pensé que podría controlarlo, pero fui demasiado débil. Caí en tu mirada y me perdí en ella. Básicamente quedé completamente hipnotizado, hasta el punto en que sin tu mirada no podía vivir.

El tiempo empezó a pasar, y fui conociéndote, nunca dejé de enfocarme en tus hermosos ojos, o tu dulce sonrisa, pero me percataba de ciertas actitudes con las que sabía no congeniaríamos bien, sin embargo, como siempre, como un idiota seguí de píe, con esperanzas de que todo podía cambiar en algún momento. Siempre fui un idiota, y siempre lo seré. No es la primera vez que esto me pasa... Llegué al punto de sacrificar momentos importantes para estar contigo, pese a saber que la forma en que me determinabas no iba más allá que de un simple amigo. 

Yo seguí ahí, como un idiota, perdido en tu mirada. Llegué a un punto donde sentí que por fin el sacrificio estaba dando frutos... sin embargo lo derrumbaste todo fácilmente. Es tu forma de ser, no puedo hacer nada, realmente acá el único culpable es este idiota que sufre y piensa por cosas que no deberían trascender tanto... Hoy sigo perdido en tu sonrisa, sigo perdido en tu mirada, sin embargo estoy quieto en un punto, donde no tengo rumbo. Estoy en el centro del laberinto... buscando como escapar, o en su defecto, buscando como perder más en ti.

sábado, 23 de abril de 2016

Vacío

Aun recuerdo ese día cuando estábamos ahí sentados en el patio de tu casa... Tu y yo, bajo la luz de una luna que se posaba exactamente sobre nuestras cabezas. Tú, mirándome desde arriba, con aire de misterio, con aire de duda, pero con esa sonrisa que siempre me enamoró y me mantuvo ahí. Yo, desde abajo, intentaba ver la luna <<Sabes lo mucho que me gusta ver la luna, sabes lo mucho que me apasiona ver el cielo, sabes lo mucho que me gustas>> sin embargo, tus ojos estaban ahí para distraerme, y efectivamente, perdido en tu mirada quedé hasta el punto en que me preguntaba por qué carajos estudiaba la luna, si te tenía a ti, algo mucho más hermoso, a tan solo centímetros de mí...

Hoy han pasado qué... ¿4 meses?... quizás un poco más, el tiempo dejó de tener sentido para mí. Poco a poco fui pasando a un lado. Después de esa noche, donde me perdí en tu mirada y quedé profundamente enamorado, empezaste a jugar conmigo, hasta el punto que entendí que era perjudicial seguir atrapado a tu mirada. Cada día que pasaba te alejabas más y más... No sabía cual dolor elegir, si el de perderte, o el de tenerte sabiendo que realmente no me querías. Quería luchar por estar contigo, pero... Aun duele.

Estoy nuevamente bajo la luz de la luna.Veo tus ojos en ella, veo tu sonrisa en ella, y lo que más quisiera en este momento, es ver esa luna, que tanto me recuerda a ti, tomando tu mano. Me duele admitirlo, más porque sé que es idiota, pero te extraño... sin ti, poseo un gran vacío. No sé porque tengo la esperanza de que si lo intento, algún día, te haré cambiar de opinión...

martes, 12 de abril de 2016

Suspiro

En una fría noche, tu recuerdo se me presenta en forma melancólica. Sé que estás ahí, pero no lo estarás jamás. Quiero entender qué tipo de lazo nos une, o mejor quisiera saber qué es lo que por ti siento en esta fría noche. Me encantaría descubrir si este cariño es amor, o es una simple ilusión referente a la belleza que sueles denotar. Quizás esté muy confundido y no sea ni lo uno, ni lo otro.

Al final, entre suspiros, pienso como cada minuto me vas importando más y más, hasta el punto en que comencé a depender de tu sonrisa para ser feliz... de la misma forma me encantaría depender de tus besos para saber como amar-te. Cada suspiro que me da al pensar en ti, no es más que un poco de mi alma saliendo de mi cuerpo, para buscar entrar a tu corazón. Cada suspiro que me da al pensar en ti no es más que un pequeño lamento por la distancia que nos separa... así estemos juntos.

Cada suspiro que me da, suele ser porque estoy pensando en ti, pero llegará un momento, en que me regales tu más hermosa sonrisa, y esa sonrisa reunirá todos esos suspiros, regresandome el alma al cuerpo y confinandome en un enamoramiento quizás eterno. Ojalá, pase pronto.

jueves, 7 de abril de 2016

Tranquilidad

Darme cuenta de lo fugaz que puede ser un estado de ánimo me tomó muchísimo tiempo, tiempo en el que fui comprendiendo que la vida no se acopla a la vida de uno, sino uno debe acoplarse a sus inclementes condiciones. Y aquí me encuentro yo, esperando, esperándote, porque no sé si algún día vuelvas, quizás en forma de un abrazo que me pondrá frío o en forma de un beso que nunca me va a llegar.

He entendido con el tiempo que lo importante realmente es aprovechar cada ocasión que se tiene cerca a dicha persona, por más mínima que sea. Así como lentamente me fui dando cuenta que un abrazo o una mirada, valen en ocasiones muchísimo más que un beso o una caricia. Al final, el tiempo sigue pasando y me sigue enseñando cosas, mientras tranquilo, en mi sofá, veo como este pasa, a veces muy, muy lento, y otras demasiado rápido.

Quizás nunca te vuelva a tener entre mis brazos, y quizás tus labios nunca vuelvan a rozar mi piel. Quizás te diste cuenta con el tiempo, que no valía la pena esperarme, quizás porque no te diste cuenta de que yo si lo estoy haciendo. Me encantaría saber que piensas, qué te ha dado el tiempo, qué te ha quitado, y que te puedo dar yo. La vida se compone en pequeños lapsos de tiempo que están pasando lenta y rápidamente... Ahora bien, quisiese que tu fueses aquel dilatador temporal que hace que un instante a tu lado se torne como 5 largas vidas. Que aquellos abrazos de menos de 3 segundos se conviertan en abrazos que ven nacer y morir estrellas.

Y hoy, una fría noche de jueves, me encuentro esperando, esperándote, porque no sé si algún día vuelvas, quizás en forma de un 'te extraño' quizás en forma de un 'te amo'.

miércoles, 6 de abril de 2016

Misterio.

Te has dado cuenta que contigo actúo de forma diferente. Quizás, en algún momento has pensando que estoy haciendo cosas que no debería hacer por alguien quien no debería importarme en sí. ¿Piensas acaso que soy así con todo el mundo?. No es así. Es algo especial, y todo tiene una explicación, o por lo menos eso creo. No fue casualidad toparme con tu mirada hace ya mucho tiempo, y quedar hipnotizado por ella. Me creó un gran misterio y me generó una enorme curiosidad para resolver éste. En algún momento me propuse a buscar qué escondía esa mirada.

El tiempo pasó, y me fui alejando de esa idea, esa meta se nubló y llegaron otras, parecía que lo olvidaría... Pero para mi gran sorpresa no fue así y eventualmente aparecías en mis sueños mirándome fijamente, me llenabas de miedo, me llenabas de curiosidad, me llenabas de una necesidad de saber que podría esconder. Sin embargo, eso quedaba ahí, en sueños. 

Un día todo cambió, y ese sueño se convirtió en realidad. Estabas ahí, sentada, hablando con tus amigos, y sin más dirigiste la mirada hacia mí. Estaba muerto, petrificado, no sabía que hacer. Todo empeoró cuando me llamaste y sin más mi cuerpo se movió hacia ti sin que mi cabeza diese ordenes,no podía creer que te acordaras de mí. Me saludaste de beso y te diste cuenta que estaba anonadado por lo que me integraste a la conversación y rompiste el hielo rápidamente. 

El tiempo pasa, y desde ese día, tengo tu misteriosa mirada más cerca. Todos los días encuentro algo nuevo, algo que me emociona, me doy cuenta de la bondad que tienes, la ternura, la inocencia, lo alegre que puedes llegar a ser, y así mismo me doy cuenta de la tristeza que en ocasiones te abarca. A mi me alegra realmente poder estar pendiente de tu mirada, aprovechando cada momento para mermar la curiosidad... Aunque si hay algo que me preocupa es que termine perdido en ella, profundamente enamorado de ti.

miércoles, 30 de marzo de 2016

Déjame estar entre tus brazos.

Aun recuerdo aquella tarde, lluviosa y gris en que te acercaste a mí y sin previo aviso embestiste mi cuerpo y me encerraste en un abrazo. En ese momento quedé anonadado y encantado. No sabía que estaba pasando, pero no me disgustaba, de hecho me ponía demasiado contento. Nunca entendí la razón de ese abrazo, solo sé que cambió mi forma de ver el presente, mi presente. 

Comencé a darme cuenta que cada abrazo que me dabas era diferente. En algunos nuestros cachetes eran los protagonistas, buscándose entre ellos para sentir el mutuo calor. Otros donde mis labios buscaban tu cuello y tú cedías ante pequeños besos que recibías. Algunos donde nos quedábamos mirándonos fijamente en los cuales sentía que me iba a perder más y más en tus hermosos ojos azules. Creo que mi tipo de abrazo favorito, era ese en que recostados, buscabas mi pecho y te postrabas sobre mi humanidad, sintiendo los latidos de mi corazón, sintiendo yo el calor de tu ser. Un abrazo tranquilo, que nos llenaba de serenidad. Un abrazo perfecto.

Hoy te sigo viendo, pero a la distancia. Te fuiste lejos por cuestiones del destino, y pese a que mantenemos el contacto, estás muy lejos para darte un abrazo. Quizás, cuando vuelvas de tu viaje, todo sea igual, esos abrazos, esos besos, esas miradas, esa sonrisa que me regalabas, tímida y coqueta cada vez que mis brazos se separaban de ti... ojalá todo sea igual. Para ese entonces, solo quiero estar entre tus brazos. Vivir así, feliz, a tu lado.

martes, 29 de marzo de 2016

Devastado

No sé que pasó, ni mucho menos cuando pasó, pero hoy tu mirada fue diferente y es la primera vez que lo siento. Quizás lleves un rato mirándome de una forma diferente, pero discúlpame, amada mía, sabes bien lo lento que puedo llegar a ser. Quisiera entender cuando pasó, porque me da miedo preguntar qué lo provocó. Llevamos 8 meses juntos y cada momento lo disfruto como desde el día en que te conocí y me fijé en tus hermosos ojos verdes. Esos hermosos ojos que me veían con ternura y con cariño. Esos hermosos ojos verdes por los que terminé profundamente enamorado de ti. Esos hermosos ojos verdes que hoy me denotan con indiferencia y amargura. Aquellos que se alejan de mí cuando te acerco la mirada.

Hoy la tristeza me atormenta, es que en el último beso que te dí, sentí como te alejabas de mí. Mientras más cerca estábamos físicamente, más lejos estaba tu corazón del mío acabando todo lo que en algún momento construimos. Dime mi amor, ¿cuándo pasó? pero... no me digas qué, porque las causas me atormentarán toda la vida. Hoy estoy devastado, quizás no estaba preparado para esto, quizás me golpeó de un momento a otro. Hoy ya no estás, pero sigues a mi lado. Me dejas lentamente mientras tomas mi mano, y te desprendes de mi con cada beso que me das.

No puedo evitar centrarme en tu mirada. Cuando estas distraída vuelvo a ver la inocencia y la serenidad, el cariño y la ternura, la hermosa niña de la que me enamoré, pero basta con que me enfoques para que todo eso se pierda en tu pupila. Intentas esconderlo sonriéndome, piensas que así todo estará bien entre ambos, pero tu sonrisa no esconde completamente tu mirada, y aunque no lo sepas, yo sé que estamos más lejos de lo que nunca estuvimos, así tu mano llegue a la mía y tus labios se junten con los míos...

No puedo evitar pensar en tu mirada, la primera que me regalaste, la que me cautivó, la que me enamoró... Ojalá, ojalá, ojalá, algún día vuelva a verla.

viernes, 25 de marzo de 2016

Nubes.

Es imposible ver el firmamento nocturno y no percatarse de que en cualquier momento de la noche, las nubes irán lentamente hacía la luna, acercándose con suavidad y abrazándola lentamente. También me es imposible ver la luna y no pensar en tu dulce mirada, y es que cómo no comparar dicho satélite, que por la luz del sol se ilumina y queda imponente frente a nosotros, con tu mirada que tan solo al verla me paraliza y me hace sentir mil cosas al mismo tiempo... El único problema realmente frente a esto, es que siento que tu mirada es mucho más hermosa que la luna.

Hoy me siento, y sigo viendo las nubes, como sin pena, sin miedo alguno van y se posan al rededor de la luna, como si estuviesen danzando para ella, y esto solo me recuerda a tus abrazos... Más bien, a mí abrazándote, porque como si tu fueses mi luna, me encantaría bailar y buscar el mejor angulo entre tu cintura, agarrarte y nunca soltarte. Me encantaría quedarme a tu lado para siempre, protegerte y amarte durante un tiempo muy muy largo. Me encantaría en ocasiones dejarte descubierta para que irradies a los demás con tu belleza, y luego apoderarme de ella lentamente, causando celos a quien no te puede tener.

Aunque, simplemente me encantaría estar a tu lado y poder abrazarte. Eso me llenaría el corazón completamente.

domingo, 20 de marzo de 2016

Insomnio.

Estamos nuevamente donde comenzamos. Tú, en este momento debes estar hablando con un millar de personas a través de diferentes redes sociales, mientras que yo pienso en cual será la forma menos estúpida de hablarte, sin generar un momento incómodo o sin parecer más idiota de lo que usualmente parezco.

Las relaciones son un tanto extrañas, y no creo que sigo sin entender porque la nuestra giró tan drásticamente y pasamos de noches donde tu cuerpo abrigaba el mío, a noches donde tu cuerpo, lejos, aceptaba que momentos así, efímeros, no volverían. Creía que todo estaba bien. Miraba tu dulce sonrisa, y tu tierna mirada, con esos ojos color café que despertaban algo en mí, y con beberme el color de tus ojos encontraba la energía suficiente para salir adelante, para ser mejor persona, para nunca decepcionarte. Realmente nunca supe cuando fue que te fallé, sin embargo ya no estás aquí. Tu cuerpo está a unas cien cuadras de distancia y el frío que siento no me lo puede quitar nada.

Recuerdo, hace 2 meses, me invitaste a ver películas en tu casa. Tenías todo un cuarto preparado, donde una cama grande, una botella de gaseosa, y muchas cosas que se veían provocativas -además de ti- daban píe a una velada maravillosa, algo que no decepcionó. Esa noche fue mágica. Entre escena y escena la película fue pasando, y nuestros corazones fueron encontrando paz el uno con el otro.

Esa noche no me dejaste ir, eran las 2 de la mañana y decías que irme a mi casa sería muy peligroso, alistaste un colchón y lo pusiste al lado de mi cama. Fui muy inocente pensando que dormiría solo. Cuando estaba conciliando el sueño, te sentí, sabías que en el colchón solo cabía yo, pero igual estabas en el piso, abrazándome. Hice todo mi esfuerzo para que el espacio de ese pequeño colchón colaborara con nuestra causa, y terminaste sobre mí, durmiendo en mi pecho, mientras te abrazaba desde la cintura y sentía tu cabello en mi cara. No importaba, te veías muy tierna, muy dócil, muy hermosa. Ahí me di cuenta que estaba enamorado. Me di cuenta que uno realmente se enamora cuando ve el estado más frágil de aquella persona por quien siente interés. En ese momento solo pensaba en abrazarte, en protegerte y en nunca dejarte ir.

Han pasado dos largos meses desde eso...

Hoy no puedo dejar de pensar en eso, noche tras noche, extraño tu sonrisa, extraño tu mirada, tus dulces ojos cafés, extraño verte reír y verte en estados de paz. Hoy es otra noche más donde me gana el insomnio.

jueves, 17 de marzo de 2016

La luz de tus ojos.

Me encontraba sentado en el patio donde solíamos compartir besos y momentos de alegría, allí donde por primera vez fui capaz de robarte un beso, allí donde por primera vez me dijiste 'amor'. Todo había cambiado, eso fue hace mucho tiempo... Hoy estoy solo con mi telescopio y una libreta de apuntes. Tu recuerdo sigue aquí, pero tu te has ido, realmente no puedo evitar pensar en que con mi telescopio puedo ver la luna, puedo ver las estrellas y me puedo imaginar galaxias enteras cuya belleza, inimaginable no se compara a cuando podía ver tus hermosos ojos verdes, o tu tierna mirada a mi lado. 

Hoy con una cerveza, un libro de apuntes, un telescopio y con ganas de dejar el presente y buscar una forma de volver al pasado y sentir nuevamente tus labios rozando los míos. Siempre intenté dejar de lado esa vida, que tantos problemas me llenó, y siempre intenté mantener viva esa pasión que nos rodeaba, pero al final perdí el rumbo, y de la misma forma perdí la luz de tus ojos. Hoy, un frío jueves en la noche, solo puedo pensar en el calor de tus abrazos, la dulzura de tus labios, la suavidad de tus mejillas y el brillo de tus ojos. 

Hoy un frío jueves en la noche, desearía estar detallando el verde de tus ojos, el rojo de tus labios, lo blanco de tu piel y lo suave de tu cuerpo... Sin embargo, así estés a mi lado todo el tiempo, tengo más cerca a la luna que igualmente hermosa se ve en el telescopio, pero en nada logra compararse a ti.

sábado, 12 de marzo de 2016

Some Words.

Sin importar cuanto me demore en descifrar tu sonrisa, inminente es el paso acordonado que bloquea mi entrada, loable, valiente y fuerte, vaticinando las diferentes opciones que la vida me puede traer, intentaré fuertemente romper con fulgurante energía, aquella barrera que me impide ser feliz.

Mientras esperamos sentados en el andén, aparecen lentamente las sombras del pasado, riéndose de nosotros sin empatía alguna, infundándonos terror del futuro que se acerca. Hoy quizás sea un día diferente, últimamente me he sentido más feliz que de costumbre, antes pensaba que la tristeza no se iría, no puedo pensar más hoy que jamás volverá, a través del tiempo que a tu lado he pasado.


viernes, 11 de marzo de 2016

El día en que volví a escribir.

No fue más que perderme en tu mirada para darme cuenta que tu sonrisa cambiaría mi vida. Y es que, ¿qué hace uno cuando encuentra una mirada profunda llena de compresión y cariño?, ¿qué hace uno cuando encuentra bondad en el corazón de alguien y esa persona está dispuesta a brindarte parte de esta bondad en forma de cariño?... Quizás extrañaba de sobremanera el hecho de sentirme querido, y así mismo extrañaba aún más querer a alguien.

Al final, cuando nuestras manos vuelvan a juntarse y sienta el calor de tu piel, entenderé que la vida es caprichosa, quizás tanto como tú lo eres y nos juega de forma tal que no logramos comprender la realidad que vivimos. Daría muchísimo por entender como funciona esto, quisiera también entender como funcionas tú... Me encantaría saber como manejar mis tiempos contigo y así mismo como ser y como tratarte. Me gustaría saber si tus besos son reales, o tan solo son ilusiones, me gustaría saber si tus caricias son verdaderas, o solo son impulsos que tienes. Al final, me gustaría saber que tanto me quieres, y cuanto dejarás que te quiera.

Por momentos, cuando estoy a tu lado espero que el tiempo se prolongue y esos pequeños instantes amplíen su longitud y se tornen eternos, sin embargo, a veces estás a mi lado, pero no estás y esos pequeños instantes de tiempo se tornan más largos, cuando realmente me gustaría que fuesen muy cortos, o nulos. Por otros momentos, estás lejos y te extraño, y daría muchas cosas por tenerte a mi lado, pero por otros, estás lejos y veo que estás mejor sin mí.

No sé que pensar, quizás tu oscura mirada me nubla, y tus suaves besos me perturban un poco. Tus caricias me desquician y tu sonrisa terminó enloqueciéndome... Espero que todos estos síntomas no me lleven a la enfermedad terminal que conocemos como 'amor'.

domingo, 7 de febrero de 2016

Hola, mi amor.

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que me dijiste que la única razón por la que seguías adelante era porque tenías alguien que lograba sacarte una sonrisa, alguien que te daba el apoyo que necesitabas, alguien a quien realmente querías más allá.

Por circunstancias de la vida esa etapa fue acabándose y después de un tiempo terminamos más lejos de lo que jamás pudimos haber imaginado. Quizás fueron 3 o 4 años alejados, sin embargo, seguías siendo uno de los recuerdos más fuertes en mí. Contigo viví experiencias únicas y aprendí muchísimo sobre algunas cosas. Eres algo que no puedo desligar de mi corazón tan fácilmente.

En esos 3 años largos, conocí a muchas personas, viví otras experiencias, sin embargo seguía faltando esa chispa que le dabas a mi vida. Cuando estábamos juntos algo mágico rodeaba nuestras existencias. Llegué a un punto donde comencé a negar ese pasado, pues empecé a pensar que recordarte todo el tiempo comenzaría a ser perjudicial para mi salud mental.

La vida me jugaba buenas y malas pasadas, buenas en su mayoría, tuve momentos de alegría y tristeza, sin embargo, jamás pensé que me haría jugar con mi cabeza, después de verte sentada, esperando el bus, donde teóricamente siempre lo tomabas, donde prácticamente nunca te vi. Eso me tomó por sorpresa, no sabía que hacer, no sabía como actuar. Los nervios se apoderaron de mí, y el hecho de pensar en todo lo que podía pasar llenó mi cuerpo de ansiedad.... Fui afortunado pues cogiste rápidamente el bus y no me viste.

Desde ese día camino un poco más lento, esperando el momento en que la valentía vuelva a mi cuerpo y sea capaz de verte a los ojos y deicrte 'Hola, mi amor, jamás logré dejar de pensar en ti', sin que me importe como sea lo que ocurra en un futuro instantaneo.