En el momento que comencé a perder oportunidades, cuando comencé a fallar, cuando comencé a fracasar, ahí fue cuando me atacaste. La razón de este indicio puede haber sido el tiempo en que dejé de compartir con gran cantidad de gente, pues antes yo era una persona muy confianzuda, y pues aun lo soy, solo necesito como dirían por ahí "coger vuelo". Pero sí. Este no es el primer momento de mi vida en el que la timidez me apuñala.
Como me gusta recordar aquella época en que podía hablarle a cualquier persona, sin algo llamado pena, sin sonrojarme siquiera, sin titubear con mis palabras, firme y audaz. Pero no. Ahora ni lanzar una simple sonrisa, una simple mirada puedo. Recuerdo no hace más de un año, como fui victima de ti, maldita timidez. Como me quitaste la oportunidad de volver con quien pudo ser el amor de mi vida. Como me quistaste la oportunidad de ver su sonrisa cada tarde, cada mañana, cada día y cada noche. Como me quitaste la oportunidad de estar con ella, sólo por ti, maldita timidez.
También te llevaste contigo muchas más oportunidades, no solo de amor, no solo de pasión, te llevaste oportunidades de victoria, te llevaste triunfos, te llevaste conmigo una parte de mi. Maldita timidez, lárgate de aquí. No me tortures más pues en mi eres como la parca que me persigue día y noche y puedo ser mil y una persona, puedo tener mil y una actitudes y aptitudes, pero al final te las llevarás todas contigo y me dejarás vacio. Maldita Timidez.
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